Las 8 combinaciones de la infelicidad (I): Los torpes

Las 8 combinaciones de la infelicidad (I): Los torpes

Una vez al año, coincidiendo con el solsticio de invierno, el Guardián de la Coherencia, un dios desconocido por la mayoría de las mitologías, bajaba al Reino del Júbilo para examinar a sus habitantes y demostrar así que merecían seguir viviendo un año más en el lugar más feliz de la Tierra.

 

El que no pasara el examen y se comprobara que no había sido feliz, pues no era algo fácil,  como castigo el implacable Guardián separaba tres órganos del cuerpo de cada desdichado: el cerebro (lo que pienso), el corazón (lo que siento) y las manos (lo que hago). Y los volvía a unir entre sí con un hilo tan fino que cualquier tirantez, cualquier incoherencia entre ellos tres, hacía que se rompiera condenándose a la infelicidad eterna.

 

Cuando el Guardián de la Coherencia se marchaba dejaba tras de sí seres con una estructura peculiar, hasta ocho tipos de persona había creado la maldición del dios: los torpes, los insatisfechos, los inseguros, los interesados, los psicópatas, los frustrados, los tóxicos y los triunfadores.

 

En primer lugar hay que tener en cuenta un principio: “si querían cumplir con el tipo de felicidad que el Guardián exigía, lo que pensaran, sintieran e hicieran debía ser lo mejor para los demás y para sí mismos”.


LOS TORPES: Piensan lo bueno, sienten lo bueno y hacen lo malo. Es un caso raro pues creen sentir y pensar lo mejor para los demás y para sí mismos; pero hacen lo peor. ¿Por qué?

 

Por desconocimiento, por equivocación, tarde o temprano el daño de los errores aparece. En este caso la persona debe ser capaz de identificar el daño antes de que se extienda (a veces puede ser muy difícil). No nos creeremos el daño hasta que nos sintamos mal. A veces nos sentimos mal y no sabemos el origen, éste suele ser una forma de hacer equivocada. La autocrítica, y la escucha, nos harán pensar en una nueva forma de actuar.

 

El Guardián de la Coherencia daba tres consejos a los Torpes del Reino del Júbilo:


La felicidad es activa, no vale sólo con pensarla y sentirla. La felicidad se hace visible en las acciones
La felicidad escucha y ve sus consecuencias en uno mismo y en los demás. La felicidad no es ciega ni sorda.
La felicidad no es egocéntrica ni individual, si sus acciones hacen daño a otros la felicidad es falsa. La felicidad no hace daño a nadie, ni a uno mismo ni a otros.

 

Respondedme a las siguientes preguntas:


¿Pasaríais el examen del Guardián de la Coherencia? ¿Os condenaría por Torpes?

 

La semana que viene seguiremos con los insatisfechos.

 

Un abrazo y feliz año 2012!!

@Jcaperan

jacaperan@gmail.com

20 comentarios

  • # Jenaro Responder

    03/01/2012 21:00

    La felicidad, la satisfacción de uno mismo, la alegría por conseguir los objetivos... están en función de la subjetividad de cada uno. Dicen que los tontos son felices, los más perfeccionistas, los más conscientes...se exigen más y están más insatisfechos

  • # FELI Responder

    03/01/2012 21:13

    Tal como va nuestra sociedad de consumo, la felicidad no va en función de la coherencia, si no en los intereses de los Torpes, que son bastante listos para marcarle los objetivos a las masas de consumidores. Esta felicidad es efímera y no es auténtica.

  • # Lobo Responder

    03/01/2012 21:43

    Con estos tipos de habitantes del reino del júbilo, la felicidad, como la propone el guardián de la coherencia, está muy comprometida. Poner individualmente en coherencia pensamientos, emociones y acciones es una tarea harto difícil Cuántos lo logran?

  • # José Ángel Caperán Responder

    04/01/2012 16:20

    Veo que no tenemos claro el concepto de felicidad. Ésta es sinónimo equilibrio o, en términos religisos "armonía" y para ello es necesario que el sentir, pensar y el hacer tengan el mismo signo positivo.No conformarnos con medias tintas.Se puede entrenar.

  • # Jesús Responder

    04/01/2012 20:29

    Como dice Jenaro, la felicidad es muy subjetiva: uno puede ser feliz de alcanzar el objetivo de matar a otro. El guardián exige la coherencia de no poder ser feliz con la infelicidad ajena. En Navidades, siempre hay alguien cerca, que pasa necesidades.

  • # Casadielle Responder

    04/01/2012 20:53

    Si la una gran mayoría fuese feliz, no se darían las las grandes diferencias sociales que ocasionan las grandes injusticias sociales ¿competitividad o solidaridad? Pocos se van a congregaciones religiosas u ONG's a remediar las necesidades de los parias

  • # basal Responder

    05/01/2012 02:27

    Se me ocurre que falta una categoría, la de los ballena. Uno por cada muchos congéneres. Son inteligentes, nobles, buenos, esponjosos, inductivos, humorados, distintos y cercanos. , Pero como son pocos...allá ellos.

  • # José Ángel Caperán Responder

    05/01/2012 13:02

    Todos los ejemplos que me ponéis no son más que sucedáneos de felicidad, no confundamos la tranquilidad con la felicidad. Como defensa podemos decir que somos felices pero quizá estemos conformándonos simplemente. Quien me hace feliz es feliz, muy simple.

  • # Pescador Responder

    05/01/2012 13:55

    A ti quién te hace feliz, Caperán. Salvo en los enamoramientos, la felicidad no es recíproca y sí egocéntrica. Y al amador sólo le importa el amado. La felicidad de la que hablamos no es auténtica y no dura más que un orgasmillo.La FELICIDAD es sólo para

  • # Reburdiano Responder

    06/01/2012 12:50

    Os parece buena la definición que divulga Punset, que dice que la felicidad es la ausencia de miedo y que la felicidad está en la antesala de la felicidad.

  • # Pescador Responder

    06/01/2012 14:14

    Me parece buena la definición de Punset, pero no es la la felicidad de la coherencia del guardián. Alcanzarla es llegar a un estado superior de entrega y servicio a los demás. Todos somos torpes, los insatisfechos, los inseguros, los interesados...

  • # José Ángel Caperán Responder

    07/01/2012 15:07

    Para mí, y por lo que me entreno a mí mismo y a otros, la felicidad es exactamente eso Pescador: la sensación de plenitud a nivel de emociones, pensamientos y acciones. No se trata de ser un iluminado, se trata de lograr la coherencia con uno mismo.

  • # Pescador Responder

    07/01/2012 20:38

    Caperán: no serás un iluminado, pero iluminas a los demás. Te entregas cuando les prestas un servicio para alcanzar sus objetivos. Tu felicidad, tu satisfacción, tu plenitud, puede ser por tu coherencia. No todos los servicios hacen tan FELICES como a ti

  • # Ramón Responder

    08/01/2012 22:02

    En qué se diferencian los sucedáneos de la felicidad para no conformarse con medias tintas. Uno puede ser coherente y no ser feliz, uno puede ser incoherente y sentirse bien, depende de lo que uno se exija, a unos les basta con un 5 y otros quieren + de10

  • # José Ángel Caperán Responder

    09/01/2012 13:31

    Gracias Ramón, si uno ha tenido una vida decepcionante puede que su intención sólo sea no decepcionarse más. Sin embargo que uno escriba en su planteamiento de objetivos la palabra NO ya estamos viviendo en negativo, sin dolor pero tampoco sin placer.

  • # Roberto Responder

    11/01/2012 10:06

    Hay quien se entrena para repartir hostias y eso le tiene que hacer tan feliz como el que se entrena en jugar al tenis, por ejemplo. Y ahí están. Todo depende de para qué nos han entrenado. ¿Qué felicidad vale más?

  • # José Ángel Caperán Responder

    12/01/2012 16:36

    Gracias Roberto, si se consigue el objetivo (ganar combates o ganar partidos) y el resultado satisface nuestro esfuerzo perfecto. Pero me hará feliz si a largo plazo ese resultado supone un valor para mi gente. Si no será un simple subidón a corto plazo.

  • # Roberto Responder

    12/01/2012 21:01

    Repartir hostias es matar, amedrentar, coaccionar... como hacen los matones, no los deportistas de combate. Una cosa es matar en un acaloramiento y otra ser un mercenario. Bien por los deportistas, mal por los esbirros, los sicarios, los asaltantes...

  • # Javier Responder

    13/01/2012 13:34

    También incorporar a los maderos, cuerpos represivos del Estado, a todos los militares, aunque eufemísticamente se diga que sólo actúan en misiones de paz y no sirven para acabar con la delincuencia. Para la paz ya están las Ong's, médicos, bomberos...

  • # Merce Responder

    23/04/2012 14:10

    No creo que me condenara por torpe, pero la felicidad impuesta no me parece justa. Escucho, actúo (posiblemente es lo que hago peor) y no soy capaz de ser feliz si eso causa infelicidad a otros. Pero acepto deseos de los demás para hacerlos felices y yo?

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