Valentín es tímido, miedoso e indeciso, los tres rasgos de la personalidad que suelen ir de la mano de una vida mediocre salvo que tengas un talento exclusivo y magnánimo para algo como el arte… como un tal Woody Allen.
No es lo mismo “vivir” que “vida”. Vivir consiste en tomar decisiones, la vida, sin embargo, puede ser simplemente dejarse llevar hacia la muerte desde que se nace. Valentín decía que vivía en un mundo gobernado por sombras, literalmente, que cuando estaba sentado en un banco del parque y tenía claro que iba a pedirle salir a la chica que le gustaba, se levantaba y su sombra tiraba hacia el lado contrario y él se iba detrás. Cuando aceptó un trabajo de comercial, sintió tantísima vergüenza ante la puerta del primer cliente que su sombra se dio media vuelta hacia el ascensor y él se fue detrás. Cuando al fin consiguió un trabajo donde lo único que necesitaba eran dos dedos para dos teclas del ordenador, al menos un ojo para no cometer errores y mucho aguante para soportar broncas del jefe, de los compañeros y de los clientes, su sombra nunca salía de su escondrijo debajo de su mesa de oficina y le susurraba: “esto es un mal menor”, “más vale malo conocido”, “¿dónde vas a ir y más ahora que hay crisis?”.
Valentín se dio cuenta de que era la sombra de su sombra, prefería pensar que la chica era un imposible, el trabajo de comercial de puerta en puerta propio de superhéroes con autoestima de acero y su mortecino trabajo actual una jaula de víboras en la que estaba condenado a seguir por el bien de su hipoteca basura.
Cada vez más me encuentro con personas que consideran que su vida no depende de sí mismos, que la vida es una lotería de un día para otro en la que aspiran a que les toque el reintegro. Viven esclavizados por sus miedos, por sus complejos y por el qué dirán. Donde se huye de la competitividad como signo de opresión, hacen de la pasividad una forma de vida, incluso un arma de desprestigio que boicotea los primeros pasos de los que han tomado la decisión de ser valientes: “eso no va a funcionar”, “esa chica es mucho para ti”, “tú no vales para eso”.
Yo me rebelé en su día y decidí tirar de mi sombra como quien tira de la mano de un niño caprichoso que se desgañita y patalea arrastrándose por la acera. Las sombras deben estar en el suelo, donde las podamos pisar cuando el miedo nos empiece a oscurecer los pies. Siempre nos dirán palabras de conformismo, de cuidado extremo, de seguridad absoluta, de autoestima intacta…¿Para qué sirve la autoestima si no se puede dañar de vez en cuando? Marisa, una amiga que tiene de sabia lo que también tiene de pija me dijo “la autoestima es como el parquet, de vez en cuando necesito acuchillar la imagen inmaculada de mí misma para que no pierda brillantez y, sobre todo, nunca cubrirlo con alfombras ¡que se vea, que se vea, que para eso he nacido!”.
Respóndeme a estas preguntas:
¿Tú tiras de tu sombra o tu sombra tira de ti?
¿Estás en la vida o están viviendo?
Gracias chic@s
Caperán
9 comentarios
# Prisionero Responder
22/11/2011 07:08"Vivo sin vivir en mi, y tan alta vida espero, que muero porque no muero"
# canción Responder
22/11/2011 13:13Procuro siempre tirar de mi sombra,aunque a veces....como pesa la condenada. Pero nunca dejar que me tape, hay que lucirse!
# Carol Responder
22/11/2011 21:39A veces pienso que mi sombra tira de mi y que me impide avanzar, lo llamo resignación por las circunstancias y porque no!!!!! Es el momento de cambiarlo todo y REINVENTARSE........
# Everardo Responder
22/11/2011 23:42Yo no confio ni en mi propia sombra.
# Alfredo Responder
23/11/2011 23:47Yo no me separo de mi sombra, formamos un todo indisociable que funciona muy bien. No a la dualidad, si a la unión de los extremos.
# Lorena Responder
02/12/2011 07:56Me he sentido indentificada con Valentin y su temor a perder un trabajo horrible.... Maldita sombra!!!
# JULIA Responder
07/12/2011 16:47LA SOMBRA TIRA DE MI, TENGO MIEDO MUCHAS VECES..... A VECES QUIERO QUE SE VAYA, PERO ME GRITA QUE LAS DEMAS SOMBRAS SON PEOR....
# José Ángel Caperán Responder
08/12/2011 10:03La manera más eficaz de vencer a las sombras de cada uno es tocar fondo, es una experiencia muy dolorosa pero desinfectante. ¿Significa que sólo tomaré decisiones si estoy ante el abismo? Es más sencillo e inteligente tener el don de saber pedir ayuda.
# lupe Responder
11/12/2011 15:29Mi sombra casi siempre acaba siguiéndome. A veces intenta arrastrarme pero me digo: quien manda soy yo.