Las llaves de los sentimientos. ¿Estamos dispuestos a sentir?

Las llaves de los sentimientos. ¿Estamos dispuestos a sentir?

Hace muchos inviernos existieron unos seres llamados Mügles, encargados de abrir la esfera de aire que contiene a cada persona. Se trata de una coraza gaseosa, invisible, que nos rodea a todos y cada uno de nosotros. Pues bien, por aquel entonces tenían cerradura y sólo con las llaves de los Mügles una persona podía sentir algo por otra. Con sus candados cerrados no éramos más que individuos aislados que se cruzaban con otros sin rozarse, en silencio, como las hormigas.


Los Mügles se movían con rapidez entre las gentes, abriendo y trancando cerrojos. Sin embargo, de un día para otro, desaparecieron dejando un resultado caótico:


Unas quedaron encerradas en su espacio privado: recelosas y escépticas, nunca se abrían a nadie. Y, cuanto más tiempo pasaban en la soledad de su recinto, más desconfiaban de quienes pretendían merodear por sus alrededores. Justificaban su actitud basándose en leyendas de maléficos rompecorazones y traidores, que entraban con sigilo y encendía grandes hogueras con los recuerdos y las aspiraciones, como pergaminos, de sus anfitriones.


Otras quedaron abiertas a la intemperie: incautas, a merced de quien decidiera entrar por la puerta desguarnecida. Algunas fueron saqueadas y abandonadas; otras cobijaron a indeseables en el interior de sus costillas, prendiendo fuego dentro y llenando las paredes del corazón de negro hollín; otras, sin embargo, dieron techo al amor de sus vidas. Pero ninguna formó y moldeó un sentimiento trabajado, siempre fueron a merced de la buena o mala voluntad del visitante. Simplemente sirvieron de madriguera a la gente buena o a mala del mundo, dependiendo de la dirección del viento de aquel día.


En otras muchas habían dejado la llave puesta. Esas personas decidían quién entraba, y quién no, en su burbuja. Qué emociones merecían la pena convertir en sentimientos y cuáles no. Los rumores que extendían los “encerrados en sí mismos” sobre asaltadores, sobre angelicales bandidos expertos en mentir; así como las cantinelas lamentosas de quienes fueron asaltados y desbalijados como castigo a la inocencia, acabaron por convencer a todos aquellos que poseían las llaves que lo mejor era cerrarse y dejarlas dentro.


Desde entonces el mundo se compone, principalmente, de ingenuos temerarios y desconfiados catastrofistas. Y sólo una parte, muy pequeña, de los seres humanos es capaz de saber quién merece entrar en su vida y quién no, y no equivocarse.


¿Es mejor tener el corazón a la intemperie o mantenerlo cerrado a cal y canto? ¿Cuál es tu caso?


Y si no te decantas por ninguno de estos dos extremos… ¿cómo saber quién merece entrar y quién no? ¿Tienes alguna receta infalible? Cuéntanosla.

 

José Ángel Caperán

 

Psicólogo en Gijón

C/Magnus Blikstad nº21. Gijón.

Mail: jacaperan@gmail.com

Cita previa: 984 052 925

@jcaperan

 

 



 

16 comentarios

  • # Hilario Responder

    22/12/2014 16:51

    Hay emociones que son difíciles de expresar. Las voy conteniendo hasta que no puedo aguantar más estrés. Entonces exploto. Los sentimientos negativos no debería sentirlos, cuando en realidad, todo ser humano a sentido alguna vez miedo, rabia, ansiedad, tristeza... por lo menos es bueno escribir y sacar hacia afuera toda la negatividad sentida. El miedo al rechazo está detrás de la incapacidad de mostrar sentimientos, sobre todo los relacionados con el amor, creo que si me declaro y no soy correspondido, será humillante, cuando en realidad, no tiene nada que ver con la valía personal. El temor a entrar en conflicto, por no expresar las opiniones personales para no hacer daño, o para que no se enfaden, lo suelen tener las personas que no se ven capaces de enfrentarse a una discusión acalorada, se teme no estar a la altura cuando el otro pierda el control de las emociones.Sin expresar lo que sentimos, deseamos que otros lo adivinen y nos ayuden sin pedirlo. Suele pasar la mayoría de veces en entornos familiares o de íntima amistad, creemos que por el hecho de que nos quieren, deben saber en todo momento lo que nos pasa y nos deben ayudar justamente en el momento que lo necesitamos.

  • # Octavio Responder

    22/12/2014 17:35

    De entrada dejo entrar a quien tiene interés, luego, según se encuentre, se quedará o se marchará. De nada sirve retener a alguien en contra de su voluntad. Hay que tener cuidado con los gusanos, con los virus, con los tóxicos... como con los accidentes de tráfico, pero no nos debe impedir movernos. A veces valoramos a una persona por la cara, elegimos a la pareja sentimental por su cara, votamos al político por su cara... más que por sus promesas y prometer hasta... luego se olvidó. Y nos dan cada hostia... ! Decimos que la pareja nos engañó y el político también, por no reconocer que somos imbéciles, que nos hemos dejado engañar con el truco del toco-mocho. Es la suerte que nos toca. No hay méritos personales. Es cosa de los Mügles. Luego, para desquitarse, se reproducen las mismas actitudes con cualquiera, como hacen los virus de informática. Nunca pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió.

  • # Tasio Responder

    24/12/2014 18:32

    Intento ser buena persona, pero la gente imbécil no me deja. Igual tengo que cambiar de gente. Y de pareja. Y de trabajo.

  • # C. B. Responder

    25/12/2014 12:28

    Busco alguien que me haga sentir, que me haga desear, que busque como yo busco, alguien que quiera huir de su soledad, que quiera conmigo escapar, que despierte mi instinto, alguien de aquí o de allá, sólo quiero que tenga ganas de amar

  • # José Ángel Caperán Responder

    26/12/2014 13:30

    Debemos expresar las emociones negativas que sintamos, expresarlas y sentirlas, que un antidepresivo no sea la salida fácil. Debemos "refinar cognitivamente" en nuestro cerebro esas emociones, con ayuda o solos, además de controlar las sensaciones físicas que provocan las emociones negativas. Pero, sinceramente, hay que ser muy valiente, autocrítico y muy disciplinado para trabajar el origen y la expresión de las emociones negativas. Es la principal razón por la que la gente opta por las pastillas. Pero así sólo actúa en el síntoma, y temporalmente. La causa sigue intacta y las consecuencias agudízándose.

  • # C.B. Responder

    26/12/2014 18:03

    Gracias Angel, te pido consulta. seguro que encauzarás mi mala hostia, que moldearás mis impulsos y me harás disciplinado y exitoso

  • # José Ángel Caperán Responder

    28/12/2014 12:41

    C.B ya estás tardando! Ya os digo que es doloroso conocerse, conocer la causa de nuestras emociones (sobre todo cuando la causa es uno mismo) y comprometerse a cambiar. La psicología duele y hiere el orgullo. Pero es el camino correcto, lo demás es negar la realidad, culpabilizar a otros y vivir en una cápsula de antidepresivos, ansiolíticos y soledad.

  • # C. B. Responder

    30/12/2014 23:48

    Gracias Angel. En Magus. Te subiré algo de la farmacia por si te levanto dolor de cabeza. Son mis Emociones, emociones tóxicas, emociones no expresadas abiertamente, emociones que me causan estrés, dolor de estómago, dolor de espalda (no puedo con mi pasado) y tengo cáncer. No olvido la máxima de -conócete a ti mismo- del griego, pero soy un laberinto, un enigma... No es mi culpa aunque no me sepa adaptar... ya vemos como funciona la política, no triunfan los mejores, sino los que no tienen principios, ni escrúpulos y las relaciones humanas son relaciones corrompidas por el poder, no hay relaciones de pareja basadas en el amor, en la cooperación, por eso tanta gente necesita un sicólogo. Y la solución no es individual. Feliz año nuevo

  • # José Ángel Caperán Responder

    31/12/2014 13:06

    Gracias C.B. ciertamente la solución no es individual pero es el individuo el que ha de dar el primer paso. Y tranqui tengo la cabeza muy grande y dura, no me he encontrado aún no nadie que me levante dolor de cabeza, normalmente soy yo el que lo provoca jejej. Un abrazo a todos y todas y un año de acciones y no sólo de intenciones!!

  • # Tasio Responder

    31/12/2014 16:31

    Yo también quiero consulta. No creo que pueda ir con mi mujer. Ni con mi jefe

  • # José Ángel Caperán Responder

    02/01/2015 00:37

    Feliz año Tasio, ya estamos con los peros de siempre, vamos primero por partes, primero uno mismo; la pareja y el jefe ya los irán saliendo en la conversación

  • # Tasio Responder

    02/01/2015 15:05

    tienes razón, más vale pájaro en mano...

  • # Pepa Responder

    10/01/2015 13:47

    Por expresar mis sentimientos, mis emociones ¿me pueden poner una bomba? ¿me pueden meter en la cárcel? ¿me pueden dar una hostia? ¿me pueden guardar rencor? ¿me puedo buscar enemistades? Entre reventar yo, o reventarle a alguien las narices ¿qué elegir? ¿dónde está el límite? Si desde pequeño me enseñaron, me obligaron a reprimir mis sentimientos, mi sexualidad, el día que me exprese, explosiono, preño. O quizá ya esté tan domesticado que no sepa vivir la libertad, la emoción, el sentimiento y me quede anorgásmica, sumisa, dependiente emocionalmente

  • # José Ángel Caperán Responder

    12/01/2015 13:08

    Gracias Pepa! vivimos encerrados por nuestros miedos, por "quien debemos ser". Debemos separar entre quiénes somos y quiénes nos han obligado a ser hasta el punto de acabar siendo como ha querido otra persona que seamos (padres, madres, amigos adolescentes, jefes, etc). El problema es que estas personas "que enseñan", que "nos programan", no están haciendo más que clones tóxicos de sí mismos. Liberarse de esa maraña de "modelos de ser como se debe" es el primer objetivo del desarrollo personal.

  • # Thor Responder

    12/01/2015 19:57

    Ay! Capi, qué razón tienes. Te necesito

  • # LaLia Responder

    21/05/2015 10:03

    Pues a veces la gente simplemente es aceptada como "fiable" porque si, casi intuitivamente. Tal vez confiar más, respetar y solo admitir cerca a quien respeta es una receta sencilla para dar paso o no al prójimo. Incluso cuando alguien es,en mi opinión dañino, le dejo fuera deseando que sea tan tan inmensamente feliz como para no perjudicar a nadie más. El tema también puede estar en como expresamos nuestros sentimientos. Saludos!

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