Ya había comentado que la fotografía, para mi, es sentimiento de ida y vuelta, en ambas direcciones...

El pasado fin de semana me encontraba grabando un vídeo para Photo On y de camino al puerto deportivo me fijé en una joven pareja, sentada a la proa de un mirador del puerto.

Fue fugaz, había sentimientos, fuerza... tenía que fotografiarlos... Me acerqué a ellos y me presenté, les pregunté si me permitían hacerles una foto, dijeron que si... Saqué mi Olympus OMD-EM1 Y mientras les fotografiaba charlamos de cosas, pero a mi lo que me llamaba la atención era la fuerza que la pareja tenía, no era ni una ni el otro, eran los dos juntos los que la contenían...

Otra compañera de fotografía también les tomó unas cuantas fotos, les dimos las gracias y nos despedimos...

Cosas curiosas.... cuando regresaba a casa me di cuenta que había dejado mi trípode en el coche de un compañero, así que le llamé y di media vuelta para ir a por él. ¿A quien me encontré por el camino? Con la pareja.... Ellos no me vieron pues yo iba en coche..

Llegué a casa, procesé las fotos y me di cuenta que, curiosamente, la pareja estaba en otras fotos, en otros encuadres, no siendo lo principal de la foto pero si parte de ella... Yo me había fijado anteriormente en ellos sin darme cuenta que eran los mismos...

Subo la foto a mi página de Facebook y a las horas me encuentro mensajes de otras personas que me dicen que han visto a la pareja en otros puntos de la ciudad.... ¿Sorprendente no?

Estoy convencido que, igual que en las fotografías, hay gente que tiene fuerza, atracción... Y no es cuestión de físico o de apariencia, es algo interior....