"Minicat" se trata de un gato siames y vive en un pueblo (Morcín, Asturias).

Me refiero en el título del post a un perro-gato, pero no es ninguna transmutación genética ni una historia para la nave del misterio de Iker Jiménez.

Minicat cayó de la gatera y su madre se desentendió de él cuando todavía contaba con horas de vida, Beatriz lo encontró moribundo y lo llevó a su casa tapádolo entre mantas y bolsas de agua caliente. Lo alimentó con cuentagotas y le prestó toda su atención y cariño para que saliera adelante. Cuando abrió los ojos por primera vez ,el gato, vio a Beatriz y a Rufo- un Schnauzer miniatura- y desde ese momento entendió que Beatriz era su "mama" y Rufo era su hermano  Desde cachorro le imitó en todo- salir a "ladrar" a los coches, ir por el monte acompañando al dueño, salir a "reñir" a la gente que pasa por delante de la casa- no saca las uñas, se le puede poner panza arriba, pide comida desde debajo de la mesa....

Cuenta Beatriz que hace pocos días pasó una señora delante de la casa y Rufo saltó a increparla con todo tipo de ladridos y detras saltó minicat, con el pelo erizado y de lado a increpar, también, a la señora.... Ésta no podía aguantar la risa de la situación que estaba viviendo...

Así son las historias sencillas pero interesantes, llenas de cariño y de risas, ahora Minicat vive feliz entre sus hermanos perros y con algún que otro gato, aunque con éstos se lleva bien (los perros también). Cualquier día se lanza a ladrar....