Había ya comentado que no sólo me iba a limitar a subir fotos, pretendo ir un poco más allá que una simple exposición o galería de fotos.

Ayer sábado, en un curso de Defensa Verbal & Persuasión de Antonio Coque (realmente interesante) derivó una conversación hacia la excelencia. ¿Qué es la excelencia? Pues bajo mi punto de vista una de las cosas más necesarias y ausentes para salir de la situación actual que estamos viviendo.

Cuando vamos, por ejemplo, a una cafetería queremos que nos traten bien, una sonrisa, un “- Buenos días” agradable, un posar la taza del café sin brusquedad, un “- ¿Qué tal todo?”, un “- Qué pase buen día” al marchar. Todo esto anterior, entre otras cosas, es lo que se llama excelencia profesional y, bajo mi experiencia, brilla por su ausencia. No sólo la cosa se limita al sector de la hostelería (ha sido un ejemplo), se extiende a todo tipo de empresas, empleados y, ojo, también a los empresarios que son los que tiene que dar ejemplo e implantar esta “cultura” de excelencia.

Claro está, estimado lector, que puedes pensar que “encima de que me han bajado el sueldo, aumentado las horas, me han cargado de mucho más trabajo… tengo que poner buena cara…”, pues, siempre bajo mi punto de vista, así debe de ser… ya que si no se pone alma, esfuerzo y corazón en la tarea diaria laboral, influye negativamente en la empresa y al fin y al cabo, en nuestras nóminas y/o condiciones.

Tenemos que poner todo lo que esté en nuestras manos para superar esta situación para que volvamos a disfrutar de una posición, al menos, estable y económicamente favorable.

Además, hay que pensar en una cosa, contra más excelencia tenga uno en su trabajo, más feliz será, ya que será recompensado con sonrisas, palabras y gestos agradables y quedar como un grato recuerdo en el sistema límbico del cliente.

Por último, quiero dejar una parábola que sirva de metáfora de lo anterior y como ejemplo para la fotografía que expongo:

Cuentan que hace muchos años un estudiante se acercó a un Maestro y le preguntó:

 - Maestro ¿cuánto tiempo voy a demorar en alcanzar la maestría?

 - Cinco años

 - ¿Y si entreno todos los días?

 - Diez años

 - ¿Y si entreno el doble de horas que todos los demás alumnos?

 - Veinte años

 - ¿Y si estudio sin descanso, dedicando todo mi tiempo a ello?

 - Treinta años

 - ¡Pero Maestro!, cada vez que te digo de aumentar mis prácticas tu me respondes que demoraré más tiempo

 - Porque cuanto mas fijo tienes la vista en tu destino, menos puedes mirar el camino

Datos fotografía:

Maestro José Luis Prieto con sus alumnos de Gijón en la Playa de Poniente, Gijón

8,0 seg;   f/6,3;   ISO 200; D. focal 28 mm ; Uso de dos flashes a 90 º

Feliz día amigos de la fotografía

Foto Luis Santiago

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