La quinta Guadalupe, situada en el concejo de Rivadedeva, es un lugar emblemático ya que por un lado es la sede del archivo de indianos y por otro es una magnífica casona edificada por Iñigo Noriega y que prácticamente no se llegó a habitar.
La historia comienza cuando un chaval de 14 años sale de su Colombres natal hacia México con unos primos, ya tenía un tío establecido allí, dueño de un comercio.
Trabajó durante un tiempo en la tienda “La Mariscala”, hasta que pudo hacerse con unos dineros y montar su propio negocio, a los 18 años, una tienda bar, llamada “El Borrego”.
Pero Iñigo fue un visionario y en tierras cercanas a la ciudad donde no había más que marismas y aves pudo ver su verdadero negocio.
La compró, saneo y plantó en ellas maíz, trigo y magüey.
Este proyecto faraónico llamó la atención del entonces presidente Porfirio Díaz que quedó asombrado de la tenacidad del asturiano. Desde entonces nacería una gran amistad entre los dos hombres.
Se convirtió en un gran terrateniente.Sus haciendas eran Asunción La Covadonga, Zoquiapán y Chalco entre otras.
También fundó ciudades como Colombres y Ciudad Reinos.
En Ríofrío montó una fábrica de aguarrás con obreros que llevó de España para que formasen a los indígenas.
En 1884 funda con su hermano la Compañía Industrial de Hilados y Tejidos Pintados de Algodón.
En Xico compra los terrenos que Carlos V había concedido a Hernán Cortés a sus herederos, Fundando allí la empresa Negociación Agrícola de Xico y Anexas y construyendo un magnífico palacio sobre las ruinas del antiguo de Hernán Cortés.
Para transportar sus mercancías construye un ferrocarril de 130km que une la ciudad de México con puebla y contaba además con un ejército de 250 hombres.
En 1906 construye La quinta Guadalupe, nombre de su mujer y una de sus hijas, en una finca de Colombres .Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura indiana de toda la osta norte. Con un hermoso patio Neomudéjar a tono con los muebles y un estanque en la finca, hoy desaparecido
También funda una escuela de comercio para formar a los futuros indianos donde se imparten asignaturas como francés, inglés y estudios mercantiles impartidas por los mejores catedráticos de la época.
Cuando el presidente Porfirio Díaz cayó en desgracia y tuvo que exiliarse, Iñigo le ofreció La quinta para su refugio, pero nunca llegó a disfrutarla