Los dos hombres se encaminaron al templo. Una vecina que estaba rezando, vio a Camilo entrar con la gorra puesta, la mujer salió detrás de él, entonces vio  Santiagón a la puerta con el trabuco. Le preguntó:

“Que vais a hacer”

“A matar al cura, y vete de aquí, si no quieres morir tú también”

La mujer salió corriendo hacia el pueblo a avisar a los vecinos.

El cura estaba cara al altar cuando Santiagón gritó:

“!Boca abajo y a tierra!”

El párroco se volvió y fue entonces cuando recibió una puñalada en el cuello de manos de Camilo.

El sacristán, Pelayo Cachero, que se acercó al oír los gritos, también fué  herido  por Camilo que llevaba un cuchillo de 35 cm.

Don Francisco fue arrastrándose para salir de la iglesia. Allí forcejeó con los dos hermanos que acabaron con su vida de un disparo.

A continuación los asesinos se encaminaron a la casa rectoral para exigirle  a la madre del cura todo el dinero. A mujer con el pretexto de ir a buscar una lámpara huyó despavorida.

Por entonces los vecinos ayudados por la Guardia Civil ya se habían puesto en marcha para dar caza a los dos fugitivos.

Los dos hermanos consiguieron huir de la casa pero fueron  apresados en un lugar llamado  El Artosu al pie de una fuente.

Fueron conducidos en el tren correo desde Trubia hasta Oviedo.

El cadáver del cura fue expuesto públicamente a los vecinos y periodistas en el pórtico de la iglesia, cubierto con un impermeable.

El 30 de Enero de 1905 se celebró el juicio en la Sala de lo Criminal de La Audiencia Provincial lleno de una gran expectación.

Los acusados se niegan a declarar. La acusación presenta alevosía y premeditación en los hechos y pide pena de muerte y 2000 pts.

La defensa alega que había sido en defensa propia ya que en la lucha había habido intercambio de disparos por parte el asesinado y uno de ellos había dado a Camilo, sin llegar a herirle, tropezando con una moneda que llevaba en el bolsillo.

Pidió para Santiagón 12 años y multa de 3000 pts y para Camilo la absolución por la eximiente de imbecilidad pues el doctor Don Sixto Amón había certificado que Camilo era microcéfalo.

Santiagón fue condenado a la pena máxima y su hermano a cadena perpetua. Unos meses mas tarde le llegó la conmutación de la pena por las medallas obtenidas en la guerra de Cuba.

Estuvo preso en el castillo-prisión de Figueras (Gerona) y después en el penal del Dueso (Santoña).

Fue puesto en libertad en1928, y regresó a Turón. La empresa minera para la que había trabajado le cedió un tendejón dond ese dedicó hasta su muerte a hacer  madreñas. También le regalaron un gallo ya que en la crcel se aficionó a las aves.

Su hermano fue muerto en una reyerta en la cárcel donde estaba preso.

La mujer de Santiagón nunca volvió con él. Se sabe que puso una confitería a la salida de Villapendi,  en dirección a Tablao, y más tarde en Envermiego.

Santiagón participó como voluntario en las milicias revolucionarias que avanaron hacia Oviedo en la Revolución del 34 donde fue muerto junto  los  muros del cementerio de San Salvador.