Esta semana después de publicar en el blog las crónicas de los crímenes en Asturias, cayó en mis manos  el relato de Santiago Alonso.

Nicanor Díaz Alvarez en su página de “Asturias Reportaje” en el periódico “La Voz de Asturias” en Mayo de 1976, hizo una descripción exhaustiva del suceso tildado en la época de “el crimen más sangriento que se ha registrado en la crónica negra de Asturias”.

Este es el relato de un hombre con tintes novelescos, llena de aventuras, desencuentros con la justicia y mucha violencia.

Los hechos tuvieron lugar en el pueblo de Peñerudes en el concejo de Morcín  en el año de 1903.

Los protagonistas de esta historia son el párroco  de Peñerudes don Francisco Alonso de cuarenta años de edad, natural de Tudela Agüeria. Hombre recto y valiente como veréis, e intransigente con los escándalos y las pendencias.

Camilo Alonso, hermano menor de Santiago, de 21 años, descrito  como mozo alto, delgado y lampiño, con la cara surcada de cicatrices de navajazos. Persona vengativa y amigo de meterse en líos.

Y por último Felipe Santiago Alonso, más conocido como Santiagón” de 35 años. De estatura regular, y fuerte de constitución, adornado su rostro por un bigotón.

Los que lo conocían decían que tenía un carácter muy voluble. Podía ser tranquilo y en ocasiones hasta amable y al momento, ante la menor provocación volverse un individuo violento y sanguinario. Estos ataques de ira los sufría su mujer continuamente, siendo víctima de constantes palizas.

En una ocasión , “Santigón” llevó a la esposa al médico pues le había roto un brazo en una discusión. El médico al pedirle la minuta por la consulta, “Santiagón” le dio el doble diciendo:

“Tome, esto para la próxima vez”.

Santiago y Camilo eran hijos de Manuel y Clara un matrimonio de campesinos modestos ,trabajadores y muy bien considerados entre sus vecinos. Nadie podía entender porque habían salido estas ramas tan torcidas de un árbol tan recto, Que llenaban de disgustos y sinsabores al matrimonio.

Esta es una pequeña introducción a la crónica que la semana que viene os iré contando.             

Espero que os guste y  os entretenga, mientras podéis ir escribiendo vuestras conjeturas sobre lo que pudo ocurrir.

¡Saludos!