La criminalidad en Asturias no fue tan pendenciera como en otros lugares de España. Más bien se reducía a peleas de taberna o disputas por lindes de fincas.
En un ensayo de estadística criminal publicado en 1845 figura un índice de criminalidad de 1 a 889 habitantes en una población de 434.635 almas.
Destacándose sobre todo en la zona central que con la industrialización dio paso a un mayor manejo de dinero y la proliferación de tabernas y chigres que eran donde se producían los mayores altercados.
No obstante sí se produjeron crímenes famosos en su época que ocuparon las primeras planas de los periódicos de la región, como “El vampiro de Avilés”, “El hombre lobo de Allaríz” o “El crimen de Xilu”.
A finales del siglo XIX principios del XX se hicieron famosos los sacamantecas, personajes que mataban para sacar en unto y la sangre de sus víctimas, preferentemente niños y muchachas jóvenes, con el propósito de venderlo o tomarlo ellos mismos .para curar la tisis ,enfermedad mortal por aquél entonces.
Ramón Cuervo , “El de Paula” de 28 años, era un atractivo mozo, alto , moreno y bien vestido. Vecino de Santa cruz, concejo de Llaneza .
Llegó de Cuba enfermo de tuberculosis , con la “receta” que su enfermedad se curaría bebiendo la sangre de un infante sano.
Un día el niño Manolín Torres , mientras jugaba en La Madalena sirvió de guía a un forastero. Fue encontrado muerto días después en el monte.
Que se sepa fue acusado de este asesinato, aunque él lo negó todo el tiempo, pero se sospechó de otros crímenes de niños anteriores.
Manuel Romasanta “El hombre lobo de Allaríz”, fué el primer asesino en serie tipificado en España. Criminal sexual y caníbal sembró el terror en Galicia, Asturias, León y Cantabria asesinando mujeres y niños durante más de una década .
Fue sastre, buhonero, carpintero y recorría con su tienda ambulante las comarcas españolas. En su declaración aseguraba que una bruja le había hecho un conjuro, matando a sus víctimas en las noches de luna llena con sus propias manos y comiendo sus restos después.
Fué detenido en Nombela (Toledo).
Un crimen que nunca se llegó a resolver fue el de Xilu en 1913 en Muros del Nalón. El cuerpo apareció al cabo de una semana en la playa descuartizado y sin cabeza.
“Xilu” era el apodo de Hermenegildo Alvarez, un anciano muy religioso, que fue asesinado posiblemente para robarle. Los acusados desfilaron por la cárcel durante mucho tiempo sin llegar a esclarecerse el suceso.
Su yerno, un “bala perdida”, fue acusado de matarlo para robarle la herencia. También enviaron a la cárcel a un periodista local , Ramón Santos, ateo, que escribió en su crónica sobre el entierro que era “demasiado místico”.
También acusaron a unos gitanos, declarando que el novio de una joven muy hermosa, había matado al anciano por celos, ya que ella había camelado “Xilu” para sacarle los cuartos, y este se había enamorado perdidamente de ella.
La cabeza del difunto nunca apareció, perjudicando seriamente la investigación.
4 comentarios
# Mari Responder
24/02/2013 18:57Antes todos estos crimenes y sucesos luctuosos se publucaban en un periodico que se llamaba "El Caso".Era como el equivalente a las revistas del corazon pero en macabro.
# PRAPRE Responder
25/02/2013 11:26El tema ese de los sacamantecas ¿Es cierto? ¿Hubo criminales que se dedicaban a eso o eran cosas que se contaban en plan leyenda? Cuanta atrocidad por todas partes, porque encima el sistema funcionaba fatal, haciendo caso a rumores populares sobre autoría
# Suárez Responder
25/02/2013 12:27Hola Prape: A pesar de estar envueltos en la leyenda, los sacamantecas existieron.Gentes ignorantes en una sociedad atrasada donde no existían avances médicos y primaba más el curanderismo.
# luis Responder
02/03/2013 11:02Seremos ma "insensibles"ahora con los crimenes porque practicamente todos los dias sabemos de alguno por los medios de comunicacion?