En todas las labores se requería mucha mano de obra y a veces la familia no podían realizarlas por sí mismos, entonces se recurría a las Andechas.
La Andecha era la expresión más clara de la comunidad campesina. Era un intercambio recíproco de fuerza y trabajo entre las unidades de producción. Un trabajo en común, hecho por un grupo de familias para una casa, una prestación mutua de trabajo sin remuneración, a ellas iban los que querían colaborar, pero todo el que estaba en facultades para trabajar siempre acudía, ya que no ayudar conllevaba a la marginación social, con los perjuicios económicos que supondría al individuo.
Los trabajos que se realizaban eran diversos:
Cuchar la tierra, segar el cereal, cueya y esfoyaza del maíz, recoger castañes y “aterrar” que era subir tierra a la parte alta de las fincas. Y hasta construir casas.
La convocatoria la hacía el propio interesado avisando a los vecinos, de ahí el nombre, que proviene de “indicta”, participio pasivo de “indicere” que significa “anunciar”, “señalar”.
Cuando eran varios los que la solicitaban, se dividían los vecinos en grupos, sin ninguna distinción. Los campesinos más ricos, además de acudir ellos mismos al trabajo, aportaban yuntas, carros y hasta criados si los tenían.
El beneficiario tenía la obligación de acuerdo con sus posibilidades de alimentar a los que íban a ayudarle, que normalmente se trataba de la dieta habitual, aunque también se ofrecían alimentos reservados para las grandes ocasiones.
Al comenzar el día se les obsequiaba con queso y aguardiente, hacia las 9 de la mañana se tomaban sopas o tortilla. A mediodía, fabes o pote con abundante compangu, y sidra para beber. Al oscurecer cuando se dejaba el trabajo, carne guisada y arroz con leche.
La Andecha por lo tanto no estaba libre de costos pero se pagaba con los bienes que no se contabilizaban, ya que eran productos que disponía la casería.
Concluidas las labores y con los estómagos llenos comenzaba el divertimiento.
Se participaba en juegos, cantares y bromas donde la protagonista era la mocedad.
A partir del siglo XIX los campesinos ya tenían mayor capacidad económica y cuando se requería mano de obra abundante se contrataba a jornaleros. No obstante las Andechas han pervivido hasta bien entrado el siglo XX en algunos lugares de Asturias
4 comentarios
# maria Responder
09/07/2012 19:16Tendremos que volver a esa forma de pago? El cambio no de moneda si no de trabajo?
# Suárez Responder
11/07/2012 00:17En Argentina a raíz del "Corralito", la gente cambia trabajo por trabajo o paga con productos, como se hacía antiguamente. Esperemos que aquí no se ponga la cosa tan fatidiada. Si puedo decir que les andeches fomentaban la solidaridad , tan raro hoy día
# Berto Responder
11/07/2012 11:23Con les andeches la gente ayudabase y respetábase. Nadie rea mas que nadie porque todos vivíen de lo mismo no como ahora que todo son apariencies.
# jose Responder
13/07/2012 16:06Antes todo el mundo se unia a les andeches,todos a una,pero ahora pocos pueblos trabajan asi prima la individualidad.