En todas las caserías junto con la cuadra para las vacas, estaba  la “curripa” o porquera. Allí se criaban los gochos para el San Martín.

El cerdo tenía una gran importancia en la dieta,así que se cuidaba y alimentaba bien para tener una buena matanza en el invierno, de esta forma la familia podía estar tranquila asegurándose la alimentación de todo el año.

Los gochos, además de alimentarlos con “Fregaúra”, es decir las sobras de la comida, solían sacarlos a los prados a comer hojas, castañas y bellotas, en campos comunales o fincas privadas donde tuviesen agua. En la mayor parte de las parroquias desde el siglo XVIII , las juntas vecinales dictaban normas sobre los cerdos para que fuesen “torgaos” , es decir se les colocaba la “torga”que era un collar de madera para que no pasasen a otras fincas ni fozasen el monte. A la gente que incumplía la norma, se les ponía grandes multas.

La mujer solía ser la que se ocupaba de la crianza de los gochos. Limpiar la curripa y alimentarlos, y cuando la gocha paría, era la encargada de atenderla.

En casa había que tener una gocha ”paridiega”, cuando ésta estaba “verría” o “salía” se la fecundaba con un gochu “enteru”, un “verrón”. Si no se tenía en casa, se podía echar al de un vecino.

Cuando el gochu es pequeño  se le llama “gochín”, “coín” o “llabescu”.Si la madre parió muchos gochinos y alguno quedó sin teta, se le llama “gurriapu”, “racu” o “furón”, entonces hay que criarlo con mamona.

El gochu  que quedaba mal capao se le llamaba “rancoyu” o “roncochu”.

Del gochu se aprovecha todo, hasta la cabeza,que se llama “calamona” o “caramiel.la”.

En Asturias la raza autóctona es el gochu asturcelta.

Tiene la cabeza grande, las orejas largas y caídas hacia delante y los ojos pequeños.

Existen vestigios en numerosos castros de la crianza del gochu . Ya entonces era parte fundamental en la dieta de los astures.