La Semana Santa comienza en Jueves Santo y termina en Domingo de Pascua. En Asturias en estas fechas se realizaban rituales ricos y complejos. Comenzando en el Domingo de Ramos, en el que la gente llevaba a misa una rama de lloreu o texu , que con el tiempo se generalizó llevando una palma de palmera.

La palma era bendecida por el cura, que sería llevada a la madrina. Los padrinos entregaban al ahijado el bollu. Este regalo era una obligación, y estaba muy mal visto no cumplir con ella. Esta tradición terminaba cuando el ahijado se casaba o si era mozo, cuando se iba a la mili.

Al bollu también se le llamaba pegarata, enfilada o alfilada, es un bollo dulce, que se Realiza con determinadas formas como roscas o coletas. Se entregaba al ahijado el Lunes de Pascua. En algunos lugares los novios regalaban a sus novias un ramo.

El Jueves Santo la gente trabajaba sólo hasta las diez de la mañana y después se iba a misa. Las imágenes se cubrían con paños negros en señal de luto por la muerte de Jesucristo.

En un rincón de la iglesia se colocaban velas sobre un triángulo de madera, se las llamaba velas de las tinieblas. Eran apagadas por el cura en la misa que se hacía al atardecer, llamada también “Misa de las Tinieblas”. El sacerdote recitaba una plegaria e iba apagando una vela. Después las velas las llevaban los vecinos para casa, y las guardaban para cuando un animal estuviese malo. Se encendía la vela y se  echaba la cera encima ya que poseía poderes curativos.

En Sábado de Pascua se recogía el agua bendita para rociar con él la casa y las cuadras.

El Domingo de Pascua comenzaba a celebrarse después de las doce de la noche del sábado. Los mozos se reunían en algunos lugares y hacían trastadas, como sacar los carros de las cuadras y llevarlos a la entrada del pueblo. También se subían al campanario y tocaban las campanas de alegría.

El Martes de Pascua se celebra en Pola Siero la fiesta de “Los Huevos Pintos”. La tradición de los huevos en Pascua aparece en muchas culturas. Los romanos consideraban al huevo como símbolo universal de la vida, relacionándolo con el renacimiento primaveral.La Pascua también celebraba el paso del Invierno a la Primavera en la cultura precristiana.