El matrimonio suponía el cambio más importante en la vida el individuo y en la familia, ya que indicaba la transición de niño a adulto dentro de la sociedad, comenzando con el noviazgo y culminando en la boda
Las mozas solteras llevaban el pelo suelto como distintivo. La expresión "doncella en cabello" aparece con frecuencia refiriéndose a la mujer virgen.
Ayer estabas soltera
con el cabello tendido
y estás ahora prisionera
a la sombra del marido.
Cuando se casaban, lo recogían en un moño bajo el pañuelo cuidando que no se viese el pelo, ya que eso era sensación de mujer poco aseada; o se lo cortaban pero ya nunca se quitaban aquel.
El destino de la mujer era casarse y criar la prole que asegurase la continuidad familiar. Para ello, recurría a diversas fórmulas y usos para conseguir novio como por ejemplo:
Preguntar al cuquiellu cuando se oía su canto en los árboles:
cuquiellu, barbiellu
barbes de escoba
cuantos años falten
pa la mió boda...?
Conseguir alfileres del tocado de una novia, coger la flor del agua en la noche de San Juan, ya que la moza que la recoja, en un año se casa; o encomendarse a San Antonio eran otras vías para poder lograrlo.
Ay! San Antoniu benditu
casamenteru de mozes
cásame a mí la primera
y después casa a les otres
El mozo si le gustaba una rapaza, le regalaba a ésta un pañuelo, una cinta u otro obsequio en prenda de amor. Si ella lo cogía, era señal de aceptación por su parte.
También se ponían enramadas en la ventana de la pretendida. Si ésta cogía el ramo, aceptaba el cortejo, si no, lo tiraba a la calle.
Los jóvenes se relacionaban en los filandones, esfoyazas, fiestas y romerías. En estos acontecimientos lúdico- festivos las mozas eran cuidadas por madres y abuelas pero siempre se podía salvar la vigilancia para charlar con quien gustase.
La costumbre de “Echar la presona” consistía en recibir varios mozos el mismo día. Iban entrando en la casa por orden, dejando el palo a la puerta y así debían de marcharse. Si al padre de la pretendida no le agradaba alguno, le tiraba el palo a la calle
Los días de cortejo solían ser los sábados y los jueves.
Otra costumbre que existía en muchos pueblos, era el “cortejo en la cama”.
A la hora de retirarse los padres a dormir, la novia entraba en su cuarto acompañada del novio, se recostaban los dos en la cama de la moza y “garlaban” así la noche entera. La chica se metía debajo de la sábana y la manta en camisa; y el mozo se echaba sobre la cama completamente vestido.
Estaba mal visto que la moza se casase fuera del pueblo porque rompía la autarquía del lugar. Tampoco era recomendable el matrimonio entre parientes de primer o segundo grado porque podían nacer hijos con deficiencias.
8 comentarios
# JAF Responder
07/11/2011 19:09Me gusta mucho este blog "na macona".Me ayuda a conocer ritos y costumbres de nuestros antepasados.Gracias.
# CHEMA Responder
08/11/2011 05:32Gracias por mostrarnos tal como éramos
# José Ángel Caperán Responder
08/11/2011 08:13Desde luego que la influencia de la familia en la elección de pareja era clave, mi pregunta es: ¿solían salir matrimonios felices o mejor era ser Romeos y Julietas? ¿Cuanta más libertad para elegir más probabilidades de error? Gracias Suárez me encanta!!
# SANTULLANO Responder
08/11/2011 15:56Megusta.Menos mal, que las nuevas tecnologías sirven también para acercarnos a la cultura tradicional
# S. Suárez Responder
08/11/2011 22:39Mi querido coach, Caperan: Todavía hoy en día son elegidos matrimonios por conveniencia o politicamente correctos. Donde no hay que arriesgarse ni pensar.El preservar la quintana sigue estando en uso.Pero que bueno es equivocarse!!. Eso te hace libre!!
# Pin. Responder
12/11/2011 20:36Vais pel bon camín. Si seguís ansina, esti interneteru va tar mui atentu a lo que salga nesta páxina. Gracies.
# S. Suárez Responder
13/11/2011 18:24Munches gracies Pin: Nun sabes lo que me presta que vos interesen los mios artículos. Espero facelo lo meyor posible.
# babin Responder
19/11/2011 17:43Hoy he descubierto este " Na Macona" y cuanto mas lo leo mas me gusta. muy bien Suarez