Arritmias

Arritmias

Retorno a Avilés y compruebo, de nuevo, que con problemas generales y circunstancias singulares mantiene una conjunción urbana (no me refiero al urbanismo) específica y atractiva. El latido de la ciudad no depende del clima, ni siquiera de la morfología de sus trazados, sus avenidas o sus vericuetos. Ni aun de sus ciudadanos, al fin y al cabo protagonistas de su corazón. El espíritu que habita en los callejeros es una combinación de piedra y miradas, de intestinos y callejuelas. El ritmo de Avilés no es como el de Oviedo, no es como el de Gijón. Hay en el aire una bruja que atrae, que mejora el ánimo y alimenta buenas vibraciones. Ver las líneas de la mano con el optimismo de la gitana, aunque la vida se pone dura, la cadencia de la gente de Avilés, la respiración de sus terrazas y el humo de las plazas conforman un paso a paso agradable, inspirador. Un aliciente que reconforta, que provoca el bombeo justo de la adrenalina para el día siguiente. Habla la gente en los soportales de Galiana, beben cerveza. La calma contagia el ánimo del visitante. Es otro ritmo.

 

 

 

2 comentarios

  • # neska Responder

    09/05/2011 09:27

    "la gran desconocida" . Para la mayoría delos asturianos q rondamos los 50 ( a más ) Avilés, era la ciudad ruidosa , sucia, maloliente y gris....UNA VISITA, sólo una! con los sentidos abiertos y quedaras enganchado, yo hasta me enamoré.

  • # Avilesino Responder

    12/05/2011 16:14

    Una hermosa ciudad que ahora que tenemos el Niemeyer abierto vuelve a estar marcado como punto de interés para los turistas. No dejéis de visitarla y disfrutar del contraste entre industria, naturaleza, playas, arte y gastronomía.

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