El ser humano durante la existencia en la tierra utilizo los recursos naturales de forma austera, equilibrando las necesidades alimenticias en cada momento, pero una vez conseguido otras tecnologías que le ayudan a una explotación de recursos naturales mayores, está poniendo en peligro su propia existencia, no siendo consciente de la fragilidad del sistema en el que vivimos, renovar, repoblar, criar especies, lleva un tiempo importante, ya que estas no se desarrollan de hoy para mañana.
Nuestra sociedad antepone la economía al resto, vivimos pensando que no nos va tocar vivir la hambruna, ya que vivimos rodeados de tecnología, alimentos, y cosas que si las miráramos con buenos ojos no las poseeríamos, el hombre nació para ser simple, pero la tecnología, los intereses económicos nos arrastran a derivas sin control, pensando que todo lo tenemos controlado, pero eso es mentira, cada día descontrolamos más lo que nos ayudara a sobrevivir.
Nuestras necesidades alimenticias y los mercados, hacen que la explotación de alimentos sin control sea la gran carga humana en destrucción de especies y energía, si señores en energía, devoramos tres veces más que necesitamos y eso nos lleva a unos consumos energéticos irresponsables, que cuestan dinero y empobrecen al conjunto de la sociedad, un ejemplo de esto es la alimentación.
Los sistemas de agricultura intensiva eliminan cantidades de especies, ya que donde tenemos una parcela de pasto para el ganado, antes tendríamos arboles y micro- fauna. Si esto lo extrapolamos a lo energético y comparamos los resultados veremos que necesitamos 10 kg de cereales para producir un kilo de buey y cinco kg para producir un kilo de cerdo, la descompensación la tenemos servida, los animales terrestres que convierten de forma más eficiente la comida en carne, son las especies modernas como el pollo, que engorda un kilo cada dos de grano, esto nos lleva a una reflexión lógica, damos al ganado tres veces más comida de la que el ganado nos aporta en forma de leche, huevos y carne, a nivel energético nos dice que el ganado pierde más del 70% de las calorías contenidas en las cosechas con las que se alimenta.
La producción de carne según datos oficiales se ha multiplicado por más de dos veces y media desde la década de 1970, si comparamos el peso del ganado con el de los humanos tendremos una excedencia de peso del ganado muy elevada sobre la tierra. La producción global aumento 27kg de carne por persona y año en 1974- 1976 a 37,4 kg en el 2000 y las proyecciones es que en el 2050 estemos en los 52kg por persona, el incrementos es alarmante, cuantos bosques tendremos que talar para esa agricultura?, cuantas especies desaparecerán?, cuanta sequia generaremos al secar los acuíferos? Y que pasara con los procesos hídricos?, todas estas preguntas no nos importan ya que muchos dirán que ellos no lo verán y tienen posiblemente razón, pero si lo verán y sufrirán nuestros hijos o nietos.
Para esta época los cereales consumidos por las ganaderías, rondaran los 1000 millones de toneladas aunque la ONU asegura que esto será equivalente a desviar comida suficiente para 3000 millones de personas, si esto no fuera para animales se podrían alimentar personas directamente reduciendo la hambruna en todo el planeta, ya que esta se elevara no solo en los países subdesarrollados también en los desarrollados ejemplo de ello lo tenemos en nuestro país o en países de la zona Euro debido a la gran recesión económica mundial, y yo creo que esta llego para quedarse mucho tiempo.
El agua que es otro problema que generamos conscientemente por anteponer sistemas industriales arcaicos, con contaminación elevada de acuíferos, ríos y mares, también la ganadería a ese ritmo aumentara el desastre ya que la ganadería requiere mucha más agua para su producción que los cereales, son necesarios 500-4000 litros de agua para producir un kg de trigo pero para la carne necesitamos entre 5000 a 100000 litros los diferenciales son considerables
La pesca nos lleva a otro consumo desmesurado de combustibles, ya que si realizamos la valoración de toneladas sin consumir por litros de combustible consumido estas no cuadran. La pesquería de gambas tropicales de arrastre en Asia, se capturan muchas especies de peces pequeños que después no se consumen, limitando así la repoblación de especies marinas, los arrastreros son responsables en esta zona del 27% de descartes en todo el mundo, la tasa de descartes de un barco arrastrero de gambas esta en el 62% de las capturas totales, pero en las peores zonas alcanza un 96% , en otras palabras por cada kg de gambas se tira por la borda 24 kg de otras especies, estropeando con estos sistemas de pesquería más de 12 millones de toneladas de pescado año. Estos descartes se tiran otra vez al mar con los peces ya muertos al estar prohibido en muchos puertos marítimos su descarga, llevando a contaminación de las aguas marinas con parásitos que después traerá el pescado que comemos.
En la antigüedad nada se desperdiciaba y solo cazábamos lo justo, actualmente desperdiciamos o despilfarramos, un tercio y la mitad de cada animal que matamos, un ejemplo es que en Inglaterra se desperdician 100.000 toneladas de sangre de animales y esto supone a nivel energético unas 20.000 toneladas de proteínas cada año, los menudos que desechamos por tradición, reportan que después gastemos el doble para transfórmalos en comida para mascotas. Es decir el proceso transformativo alimentario, aún aumenta el derroche o despilfarro de nuestro sistema, no solo en lo que comemos si no también en como transformamos y producimos.
Los arrastreros no son el problema, es el ser humano el que arrastra al desastre, si nuestra mente no cambia.