Nuestro automóvil es un elemento desconocido muchas veces para nosotros, su complejidad de sistemas hacen que cada día nos aporten más comodidad, prestaciones, servicio y reducción de consumo, este ultimo a veces imposible, aunque lo intenten los fabricantes, por el aumento del combustible de forma reiterada.
Pero lo que si tenemos claro es que el tiempo no afecte a nuestra temperatura corporal dentro del vehículo, en invierno aportando calor y en verano aportando frio, pero esa variación térmica dentro del habitáculo del vehículo no es nada fácil de conseguir. En la actualidad los sistemas de climatización se están convirtiendo en inteligentes, es decir que sin tener que conectarlo el aporta la temperatura adecuada para nuestra comodidad.
Hace muchos años si recordamos los viejos Seat, Renault, Citroën, la calefacción funcionaba recogiendo calor del agua del motor, pasando el circuito por un radiador y un ventilador, montado debajo del salpicadero que muchas veces estaba a la vista de los pasajeros y comandado este por un sistema de grifo manual que era el que cortaba la circulación del agua caliente.
El sistema en si no ha cambiado mucho su funcionamiento, hoy los salpicaderos son más elegantes, los sillones interiores son modernos y comodos, sus tapizados interiores nos dan más calidez, pero su complejidad ha aumentado por la utilización elevada de la electrónica de control, que es la que hace que los sistemas gobiernen ese confort que todos deseamos y que pagamos cada vez que se averían.
En estos sistemas de climatización, ya no denominados de calefacción, se incorporan una serie de filtros para controlar la pureza del aire dentro del habitáculo( el habitáculo es la parte interior del automóvil, donde vamos sentados y hablando constantemente por teléfono), este filtro de habitáculo, olvidado muchas veces en el mantenimiento del automóvil, por no estar visible, es el causante de que se empañe con mucha rapidez las lunas del coche, siendo muy incómoda la conducción por el proceso de condensación que se produce en los cristales del mismo.
Los diferentes gradientes térmicos que se producen dentro y fuera del habitáculo es lo que rápidamente corrige el sistema de climatización, actuando de forma rápida para desempañar las lunas y mejorar la visibilidad, sin necesidad de pasar un paño a la misma, dejando restos de grasa o tejido suelto del paño utilizado, por eso muchos vehiculos que miden esos diferenciales de temperatura a través de sensores interiores y exteriores, ponen a funcionar el ventilador de forma rápida sin que nosotros actuemos en los mandos del sistema y es lo que denominamos climatización inteligente.
En un porcentaje muy elevado las lunas de los vehiculos no se limpian bien internamente ni externamente, o no se desengrasan con limpiacristales, alcoholes o desengrasantes especiales, al no realizar esa limpieza la visibilidad disminuye según estudios en un 30%, haciendo que nuestros ojos pierdan capacidad de reacción a los movimientos exteriores, cansando más nuestra visión y cuando se empaña el cristal, lo podemos reducir al 60%. Es imprescindible tener en condiciones optimas el sistema de climatización, con los filtros de habitáculo en buen estado, no limpiar las lunas con las manos, ya que nuestra grasa corporal hace que se quede pegada en el cristal, haciendo un batiburrillo de suciedad, que impedirá una buena visualización de la carretera, utilicen en lo posible paños sin residuales y sobre todo que estén limpios, la grasa en los cristales es inevitable, ya que el humo de los fumadores, el aire de la calefacción o climatización, nuestra respiración constante hacen que se engrasienten de continuo, por consiguiente limpieza.
El compresor del aire acondicionado, es importante revisarlo como mínimo una vez al año, ya que es la maquina encargada de comprimir el gas que circula por el circuito encargado de generar el aire frio, si está muy bajo de gas no realizara las funciones adecuadas, no consiguiendo mantener temperaturas bajas del aire y en un viaje con mucho calor lo notaremos, pensando que no funciona, al salir aire caliente por los aireadores interiores( son los conductos de rejilla que llevan todos los salpicaderos de los coche).
Esta máquina funciona con gas denominado R 134 A, ya que los gases utilizados antiguamente, se descubrió que eran los causantes del agujero en la capa de Ozono, estos se denominaban R 12, también se utilizan amoniacos en sistemas industriales, se realizan pruebas con CO2, por este motivo aún no se tiene claro que gas quedara para el futuro, hoy algunos modelos de alta gama utilizan un gas denominado RF1234 que dicen que es menos dañino.
Los radiadores para conseguir una buena refrigeración del motor es conveniente limpiarlos interiormente y también exteriormente, que es donde se concentra la mayor cantidad de suciedad, donde quedan todos los mosquitos o insectos que trituramos cuando recorremos miles de km en un viaje largo, se pueden imaginar lo que queda en el morro del coche, cuando van al sur por el verano, pues eso mismo multiplíquenlo por diez veces más y es lo que encontraran en toda la superficie del radiador de su coche, obstruyendo la fluidez del aire exterior al pasar por los orificios del radiador motor, esto nos lleva a lo que conoce todo conductor, que es el calentamiento y subida de temperatura del sistema de refrigeración del motor, produciendo que la junta de culata se queme y empiece el vapor de agua a alta temperatura a salir por el motor, alarmándonos como si el coche se estuviera quemando( la junta de culata es un material especial que separa las dos partes del motor, el motor en una parte lleva el bloque con los pistones y en la parte superior lleva una pieza llamada culata, que es de aluminio, como el bloque es de fundición y la culata es de otro material que tienen diferente coeficiente de dilatación, se utiliza una junta intermedia de material especial para evitar ese contraste, pero si las temperaturas aumentan mucho, esa junta se funde mezclando el agua y el aceite, dos elementos reñidos en su mezcla, que es lo que llamamos junta de culata quemada) y es una reparación de elevado coste para los bolsillos de cualquier conductor o empresa.
Las temperaturas elevadas en el sistema de refrigeración pueden producir averías de motor irreparables, por consiguiente el ahorro está en la prevención. El anticongelante es una base de etilenglicol con una reducción en agua y es el encargado de que nuestro sistema de refrigeración no se congele con temperaturas bajas y que el circuito no se llene de oxido obstruyendo todas las mangueras o huecos del motor, hoy lo recomendado es que tenga una mezcla al 50% las latas que se compren y si se puede utilicen marcas reconocidas a nivel internacional.
Como ven, algo complejo puede ser sencillo, solo es cuestión de prevenir, siempre asesorados por buenos profesionales.
Buen viaje y buena visión!