El ser humano no tiene fase intermedia o intenta construir lo más grande o lo diminuto, pero nuestra tecnología se encuentra en una fase de concentración en lo nano.
En el año 2099 se produce en las costas Asturianas un vertido incontrolado de gasoil, por una industria eléctrica y en esta época en vez de mandar voluntarios de funda blanca como hacían nuestros antepasados a principios de siglo, enviamos un ejército de diminutos robots devoradores de este compuesto, que son capaces de descomponer los hidrocarburos y hacer que el daño medioambiental sea nulo.
La evolución ha servido para algo, pero recordando a mi abuelo en ese siglo, no podemos creer que todo sea tan fácil. Nuestras maquinas del 2099 cuyo grosor es inferior al cabello humano, pueden replicarse a sí mismas sobre la marcha, por consiguiente no nos importara el tamaño del vertido, las playas no sufrirán la contaminación y la época veraniega estará a salvo, la empresa causante no pagara daños ambientales, puede que ese ejercito ya sea de él, sometido al plan de prevención de riesgos de su actividad.
Pero ese día la humanidad rezara para que uno de esos robots no tenga un problema en su programación, y se equivoque de triturar los hidrocarburos y empiece a comer todo lo que contenga carbono. El no estará diseñado solo para comer hidrocarburos, dependiendo de la programación podría devorar todo lo que nos rodea con inmensa rapidez.
Esta idea de los robots autorreplicantes que causan el final de nuestro mundo, fue presentada por Eric Drexler en su libro de 1986 Engines of Creatión, en nuestra lengua “el surgimiento de las maquinas de creación”. En su libro habla de examinar a conciencia el mundo de la nanotecnología, ya que podríamos crear maquinas mucho más eficientes que todo lo que nos rodea en la naturaleza.los replicadores peligrosos se podrían zampar el planeta en muy poco tiempo, ya que son pequeños y rapidísimos, el tiempo de replicarse seria ínfimo, colapsando los sistemas. De momento está basado en la ciencia ficción.
Para conocer esta fascinante tecnología nos retraeremos a Diciembre de 1959 el físico Richard Feyman dictó una conferencia en la sociedad de física estadounidense titulada “ en el fondo hay espacio de sobra” en la que hablo de cómo poner 24 volúmenes de la Enciclopedia Británica en la cabeza de un alfiler, y calculo que sería posible escribir todos los libros del mundo en un cubo de apenas un doscientosavo de pulgada( 0,0127cm) de lado, si se les codificaba en cadenas de unos y ceros, como los ordenadores, al mismo tiempo genero las nuevas herramientas del futuro cercano.
En estos momentos ya tenemos microchips del tamaño de una uña, instalados en los ordenadores que usamos, con conexiones nano métricas, que contienen millones de transistores. Pero si recordamos la película viaje al interior del cuerpo humano, nos dará una visión de la evolución de solucionar problemas en daños internos de nuestro cuerpo a costes ínfimos, de realizar operaciones complejas en el cerebro sin dañar ningún tejido o neurona, solo reparar el punto exacto, o bloquear enfermedades incipientes que nos llevan a la muerte.
Es decir cambiaríamos la forma de nuestra existencia, este es el reto que los seres humanos buscan todos los días con estas maravillas de la tecnología. Drexler se arrepintió con los replicadores malos y en el año 2000 Freitas concluyo una investigación sobre las palabras emitidas años atrás por Drexler , diciendo que cualquier dispositivo capaz de replicarse al la rapidez requerida por el escenario de Drexler necesitaría tanta energía y produciría tanto calor, que se podría hacer frente a la amenaza.
En su informe Freitas dice que la cuestión de la energía es relevante, ya que la nanomaquinas requieren densidades de energía del orden de 105-109W/M3 para lograr resultados efectivos, los sistema biológicos funcionan a 102-106W, bajo la superficie terrestre el calor geotermal es muy bajo de 0,05W, por esto no sería posible esa hipótesis.
Si quisiéramos replicadores de verdad no tenemos más que soltar virus de enfermedades contagiosas, estos son nanorobots rápidos y de verdad, pero de momento dejemos guardadas las cepas en los laboratorios de alto nivel de seguridad,
Se imaginan esto de los replicadores malos, en el ámbito de los políticos nefastos que tenemos.
Qué horror!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
