La biopirateria

La biopirateria

La biotecnología destapo la caja de Pandora, el genoma humano será la pieza clave de los próximos grandes negocios a nivel mundial. Las grandes empresas farmacéuticas, están ansiosas por desvelar, trocear, patentar, monopolizar, espoliar, todo lo referente a la biodiversidad de nuestro planeta, tanto en los seres humanos con en las plantas o animales.

 

El empeño de las multinacionales por cercar y comercializar el acervo génico encuentra una fuerte resistencia en un número creciente de países y ONGS de los distintos hemisferios, que reivindican un reparto equitativo de los frutos de la revolución biotecnológica. El conocimiento especializado que se necesita para manipular el oro verde esta en los laboratorios científicos y en las salas de juntas de las grandes empresas, pero la mayor parte de los recursos genéticos esenciales para alimentar la nueva revolución se encuentran en nuestro ecosistema, que es libre y de todos, no del capital, aunque esto se está convirtiendo en realidad, simplemente porque el hombre antepone el dinero a todo.

 

La batalla de las multinacionales por el control absoluto del patrimonio genético mundial común será un de las luchas capitales del siglo de la biotecnología o del biocolonialismo. Nuestra historia demuestra que las luchas coloniales es la usurpación y explotación continúa de las riquezas biológicas nativas en beneficio de los mercados. El viejo continente de esto sabe bastante y nuestro país también, los exploradores, luego los misioneros católicos dedicaron mucho tiempo a la prospección biológica con la esperanza de hacerse con nuevos tesoros biológicos que pudiesen transformarse en mercados comerciales lucrativos, como el oro, la plata, metales raros, alimentos, tintes y medicinas.

 

Hoy los recolectores de plantas están dejando paso a los prospectores de genes, que se pueden denominar “vampiros” financiados por las grandes multinacionales alrededor de nuestro planeta.

Casi tres cuartos de todos los fármacos basados en plantas que se recetan hoy se derivaron de los usados en la medicina indígena, por ejemplo el curare, importante anestésico quirúrgico, relajante muscular, deriva de extractos de plantas usados por los indios de las amazonas para aturdir sus presas. Pero seguro que estos no recibieron un solo euros de la explotación de este fármaco y sobretodo de la herencia del conocimiento acumulado de sus antepasados.

El Neem es un símbolo de la India y goza de una situación casi mística. Se tienen datos en antiguos textos indios que ya se refieren a él como el árbol bendito y como árbol que cura todos los males. Durante siglos se ha utilizado como fuente de medicinas y combustible y se planta en los pueblos Hindúes.  La herencia de nuestros antepasados nos lleva a tradiciones milenarias, como la que tienen los indios de comenzar el año nuevo ingestando brotes tiernos del Neem. Millones de indios usan palitos de este árbol para limpiarse los dientes y protegerlos debido a las propiedades antibacterianas, las hojas se utilizan para curar el acné, es un valioso pesticida natural o tratar una serie de enfermedades de infecciones a la diabetes, en realidad es más eficiente que muchos pesticidas corrientes de fabricación industrial, como  podemos  querer dejar que una multinacional quiera patentar esto?.

 

Ansiosos por desactivar la creciente oposición a esto, las multinacionales pretenden imponer un régimen de propiedad intelectual uniforme, vigente en todos los países y que les permita el libre acceso al material genético del mundo y al mismo tiempo que protege sus productos obtenidos mediante la ingeniería genética, que en muchos sitios lo conseguirán debido a la corrupción política, que defiende más sus bolsillos que los intereses generales.

Un estudio realizado por Harvard entre 550 empresas que participan en la investigación biotécnica,  descubrió que más del 20% de los fondos que dedican a la investigación y desarrollo iban a parar a investigadores universitarios, la relación entre estos y la industria biotécnica  ha tenido un efecto gélido en la apuesta en común de las investigaciones, el 41% de las firmas biotécnicas reconocieron que de los trabajos universitarios que financiaban había salido al menos un secreto comercial, esto se define como información confidencial, que llevan los investigadores universitarios en sus contratos, e inclusive su divulgación científica para que otros colegas se puedan aprovechar de la misma y así generar riqueza libre para la humanidad.

El proyecto del genoma humano es un adelanto al mundo, pero es un peligro inminente debido a quien controla al controlador, ya en 1991 J.CRAIG VENTER director del equipo de investigación del mapa del Genoma, se marcho a una empresa privada y al poco tiempo quiso patentar más de 2000 genes del cerebro humano, aún sin saber antes cual era su función, las investigaciones anteriores en su cargo se las pagaban los ciudadanos Americanos de sus impuestos , cosa que él exploto después en empresa privada.

Es muy probable que en menos de diez años los aproximadamente 100.000 genes que comprenden el patrimonio genético de nuestra especie estén patentados y sean propiedad intelectual exclusiva de las empresas farmacéuticas , químicas, agropecuarias y biotecnias mundiales, en este momento el hombre dejara de ser un ser libre.

 

Seres humanos con propiedad intelectual!!!!!!!

La herencia de la humanidad ha sido y debería ser su patrimonio, ya que el ser humano lleva mucho más años  en el planeta que los especuladores biotecnológicos.

Ciencia si, biotecnología también, pero que no nos cueste mucho más a mayores, por patentar cosas que nos pertenecen.

 

 

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