Todo comenzó un día de 1920 en un país lejano llamado EEUU, país por excelencia impulsor del consumismo y del capitalismo más irracional. En esta fecha se empieza a tejer todo el sistema de productividad moderna, donde las maquinas llegaran a sustituir al ser humano, por consiguiente podríamos decir que entramos en el siglo del “fin del trabajo”.
Durante mi vida profesional me toco estudiar y ejecutar diferentes sistemas productivos y las estrategias de diferentes empresas basadas en la comercialización de sus productos, esto me ayudo a entender el funcionamiento de nuestro sistema productivo, que lo considero totalmente obsoleto e irracional, por este motivo quiero compartir con los lectores mis experiencias.
Las cuestiones que se discuten en estos momentos de incertidumbre, ya fueron sometidas a estudio en 1920 - 1939, la cuestión relativa a si las modernas tecnologías incorporadas por las maquinas al mundo laboral, crean crecimiento en el empleo y prosperidad, o desempleo, recesión e inclusive depresión ya son transmitidas por nuestros antepasados, con datos reales, aportándonos una visión de que este sistema ya nació con deficiencias que nunca se corrigieron , estando ahora mismo en su punto máximo de colapso y sin punto de retorno.
La cadena de montaje de FORD y la revolución organizativa de GENERAL MOTORS cambiaron radicalmente el mundo laboral y las formas tradicionales de actuar de las compañías en la producción de bienes y servicios. Estas dos piezas son la clave de los problemas actuales industriales, esa herencia la tenemos que asumir ya que nuestro mundo está basado en esos dos pilares, pero para asumirla la tenemos que estudiar, comprender y una vez conocida tendremos que tomar medidas.
En esa época surgió algo inesperado para la humanidad, fue el descubrimiento del motor de combustión interna, que acabaría cambiando las formas del transporte de mercancías, la movilidad de las personas, la fabricación de nuevas maquinas para sustituir a la mano de obra intensiva que se utilizaba, en resumidas cuentas la aceleración de un mundo diferente.
La electricidad era una energía abundante igual que ahora, muy barata y esto condiciono la evolución de los procesos productivos. La productividad ha crecido con ritmos frenéticos y exponenciales desde 1912, en esta época se necesitaban 4664 horas/hombre para construir un automóvil, en los años veinte ya eran 813h/h , hoy en nuestros días podemos construir uno cada diez horas, si le damos caña a los robot.
Entre 1920 – 1930 la productividad en EEUU se incremento un 40% esto les llevo a que desaparecieran 2.5 millones de trabajos, en el sector manufacturero se eliminaron 825.000 puestos, en 1929 un millón de personas ya estaban en el paro, en el 1931 más de diez millones y en 1933 se elevo a trece millones, estos empleados que perdieron su trabajo debido a las mejoras introducidas en los procesos y tecnologías del trabajo no encontraban rápidamente otra empresa para trabajar, pasaban grandes periodos desempleados.
En España tenemos el ejemplo de la construcción en estos momentos, este sector arrastra a otros muchos, debido a la gran cantidad de materiales que se emplean para la construcción de nuestras viviendas, párense un solo instante de su vida y miren lo que tienen en sus casas, e intenten desvincular los materiales por sectores, verán que es casi disociable.
Las técnicas empleadas por el partido PSOE para fomentar el consumo en masa, y que intentaron realizar en su momento se denominan el “evangelio del consumo” técnica empleada por las cámaras de comercio americanas en 1925, para que las personas que tenían trabajo consumieran de forma masiva y poner la máquina de producción otra vez al máximo. En nuestro país no se consiguió porque su enfoque fue totalmente erróneo, ya que nosotros no producimos ni la mitad de lo que consumimos.
El término “consumo” tiene varias raíces y en su forma originaria significa destruir, saquear, someter, acabar, terminar, es una palabra violenta y muy negativa.
Uno de los economistas de aquella época CLARK, dijo que los hombres que trabajaban se conformaban con muy poco dinero a cambio de su trabajo, que solo querían un poco de dinero y tiempo libre. Pero le llevo a un análisis que se cumple hoy día, a medida que los ingresos de las personas se incrementan, su empleo era cada vez menor, provocando que cada uno de estos incrementos fuese menos deseable.los operarios preferían cambiar horas de trabajo por horas de ocio y esto se convirtió en un problema, igual al que tenemos ahora.
Con un creciente número de trabajadores sustituidos por maquinas tecnológicas, con grandes ahorros de mano de obra que estos sistemas conseguían y con niveles de producción en crecimiento, fue el caldo de cultivo, para empezar a trabajar la psicología de los operarios a la que Edward Cowdrick definió como el “EVANGELIO ECONOMICO DEL CONSUMO”
Con estas técnicas, muy pronto las empresas descubrieron que para que las personas quisiesen cosas que nunca antes habían deseado, deberían de crear una figura llamada el “consumidor insatisfecho”, la primera empresa en realizar una campaña publicitaria descomunal para que la gente se sintiera insatisfecha con su viejo automóvil fue General Motors. Kettering que fue uno de los promotores de esto, dijo una frase que nos persigue en el día de hoy, “la clave para la prosperidad económica consiste en la creación organizada de un sentimiento de insatisfacción” después otro lo resumió en que la nueva misión de las empresas era fundamentalmente, la de “crear las necesidades y esforzarte por satisfacerlas”. Después la publicidad y el marketing realizaron el resto, que todos conocemos.
Rooselvet planteo en 1937 a sus colegas del congreso Americano, una cuestión que sigue viva después de tantos años, ¿que gana el país a la larga con animar a los empresarios a aumentar la capacidad de producción de la industria, mientras no vemos que los ingresos de nuestra población trabajadora realmente se desarrollan en un nivel suficiente como para crear mercados que absorban ese incremento de producción?
Para Rooselvet estaba claro que la causa principal de la depresión radicaba en que los ingresos de los consumidores no se habían incrementado al ritmo adecuado como para adquirir los bienes existentes en el mercado. Pero este era político y como siempre llego a esa conclusión una vez que vio el desastre y no tenían marcha atrás, pero llego a ese punto por cabezonería y por no querer apoyar al Sr. KELLOGG que tenía una idea brillante.
KELLOGG razonaba que si aceptamos cuatro jornadas de seis horas en lugar de tres jornadas de ocho horas, ello daría trabajo y salario para los cabezas de trescientas familias más. Para garantizar el adecuado poder de compra de sus empleados, incremento el salario mínimo de los trabajadores varones cuatro dólares por día e incremento los sueldos por hora un 12.5%, lo que compenso la pérdida de dos horas de trabajo diarias.
La empresa argumento que sus trabajadores debían de beneficiarse de los incrementos en productividad disfrutando de semanas laborales más cortas y salarios más altos , se recogió todo en informes que demostraban que la reducción en las horas de trabajo mejoraba el entusiasmo y la eficacia en el mismo, en 1935 emitió esos datos y demostró que después de trabajar durante cinco años seis horas al día , los costes estructurales se habían reducido un 25% y los referentes a la mano de obra un 10%, los accidentes laborales se habían reducido un 41% y el numero de personal trabajando en la empresa aumento un 30% respecto a 1929.
Por eso esta empresa está hoy donde esta, fue la única que salió de la depresión con beneficios, con crecimientos, con cuota de mercado elevada y alrededor suyo no existió depresión.
Las nuestras solo se preocupan de especular, esto es un empresario y no un gestor, que solo mira su bolsillo y el de los accionistas, están tan ciegos que ellos mismos se cavan la tumba, produciendo lo que yo denomino agujero negro de la productividad , basada en el dinero y no en las personas.
Nuestros políticos y líderes saben que tenemos una enfermedad grave en la humanidad, que cada día tendremos menos trabajo para el ser humano, debido al virus denominado “desempleo tecnológico”. Y en nuestro país aún será más creciente aunque nos digan que no, ya que nuestra estructura económica y productiva, se baso en el ladrillo, que es el sector menos evolucionado de los últimos tiempos y con una necesidad masiva de mano de obra, que por el sistema de construcción utilizado no influyo en desarrollo tecnológico, pero la construcción ya no está, se derrumbo el castillo de naipes y nuestro paro va tardar muchos años en reducirse y no volverá al nivel de empleo anterior.
Como todas estas situaciones no son nuevas para la humanidad y ya las sufrimos con anterioridad, cualquier solución anterior no servirá para ahora, la ruptura con este sistema o la preparación para combatir el virus parece que nunca intereso y ahora lo tendremos que combatir con rapidez, pero inventando otras soluciones.
Nuestro país tiene algo que no había en aquellas épocas , que es juventud preparada, que pueden absorber cambios importantes en nuevas estructuras productivas, pero estas no interesan, ya que solo interesa el proporcionar a la parte económica especulativa, un nuevo colchón para que sigan en sus trece, destruyendo lo que tantos años nos consto construir.
La historia siempre enseña, pero no gusta recordarla, pero esa herencia recibida la tendríamos que valorar de otra manera, las medidas empresariales que se están tomando dañaran de forma definitiva nuestra sociedad, llevándola a un camino sin retorno, pero como no soy pesimista debido al futuro que quiero para mi hijo, aconsejo a nuestros líderes que no miren para el dinero y miren para las personas.
En España antes teníamos la peseta y ahora tenemos el euro, es decir podemos fabricar en cualquier momento una moneda de cambio, que simplemente es eso, moneda de cambio. Si los trabajadores no tienen donde producir y no reciben por su trabajo una retribución económica digna, el sistema económico no se aguanta, así que la definición y solución es clara.
Si este ejemplo no les sirve para discernir la productividad, podríamos entonces decir “HOUSTON TENEMOS UN PROBLEMA”.
Cuando un político habla de Alemania para compararnos, no tiene ni idea de lo que habla, ya que está diciendo que quieren que seamos tan pobres como ellos, pero si miramos el incremento de pobreza en los tres últimos años de ese país, alarmaría al más sabio, que pasara con todos esos Alemanes que cuando acaben su vida laboral, se tengan que mantener con menos de 250 euros de pensión y no puedan ni consumir en su nación?
Se lo contestare, pan para hoy fame para mañana, eso es la gestión Alemana.
Cuanto mercado de consumo se está destruyendo en Alemania por los sueldos minijobs? Claro los políticos eso no lo dicen, nos les interesa, pero nosotros lo sabemos.
Si algún especialista sobre los temas que aquí exponemos semanalmente, quiere publicar algo, estamos a su disposición, enviar artículo al correo abajo indicado, la sociedad es la que tiene que cambiar la forma de hacer las cosas, no la cambiaran los políticos, ni las empresas, ni la bolsa, ni las agencias de calificación, solo la fuerza mayor, que es la nuestra.
Cojamos por las riendas el mundo que nos pertenece, ya se lo dejamos bastante tiempo a los que no le pertenece, es nuestra hora.
“la manipulación es la consecuencia del fracaso” no crean que somos idiotas.
1 comentario
# sofi Responder
09/04/2012 11:16Gracias por publicar un artículo tan interesante. Vista tanta manipulación y despropósito me aterra que se extraiga la conclusión de que es necesario destruir para volver a emplear a quien construía. Ahora estamos formados, debemos evitar la manipulación.