Los adelantos tecnológicos y la experimentación con sistemas basados en cómo funciona el cerebro humano, nos están llevando a que la industria del automóvil este al más alto nivel, dentro del campo de la electrónica avanzada.
El automóvil en la década de los noventa, sufrió un cambio tecnológico impresionante, se paso de toda una era de conceptos mecánicos a una revolución aplicando el campo de la electrónica. Que conductor de antaño no se acuerda de ir al taller a cambiar los platinos, un componente básico del sistema de encendido del coche.
Las normativas medioambientales, que tanto están aumentando los costes de diseño de los diferentes fabricantes del automóvil, nos llevan a que cualquier componente del mismo que lleve algún producto que pueda contaminar vaya pasando a mejor vida.
En un automóvil muchos componentes necesitan el uso de aceites para que funcionen sin dar problemas, el motor, la caja de cambios, la dirección, los frenos con líquidos especiales a los cuales no les puede afectar la humedad, ya que si es así se producirá una falta de pérdida de pedal al tener diferente nivel de compresión el liquido de frenos que el agua que se pueda mezclar con el, el aceite que se mezcla con el gas del aire acondicionado, etc.
El automóvil tiene tres familias de elementos que nunca se deben despistar, son básicos para la seguridad de nuestras vidas, son los frenos, la dirección y la suspensión. Hoy hablaremos de la dirección, órgano primordial y el cual nos ayuda a llevar el coche por la calzada.
Es un elemento que nadie le da importancia, sus anomalías no son fácilmente detectables, cada vez que un componente del mismo rompe, tendremos un índice elevado de tener un accidente. Por estos motivos creemos que tenemos que mentalizar a la gente de la importancia de la misma.
Actualmente con los problemas económicos que sufrimos, nos llevan a tener más descuidado en el mantenimiento del coche o en sus reparaciones tomamos decisiones más a favor del bolsillo que de la razón.
En estos momentos se están diseñando coches, que son capaces de aparcar solos y los fabricantes están en proyectos de investigación, para que el coche conduzca de forma inteligente y solo, pero es un adelanto de lo que veremos en este blog. Hoy hablaremos simplemente de seguridad aplicada a la razón.
Muchas personas cuando tienen que reparar el vehículo y la reparación tiene un coste alto, deciden poner piezas de desguace, porque creen que son más económicas, pero la palabra misma lo describe y el riesgo de instalar esas piezas sí que puede ser inasumible al producirse una rotura en el sistema de dirección.
Los lectores dirán que tenemos algún interés en el tema, pero a continuación expondremos unos ejemplos y después cada uno será libre decidir sobre su vida, aunque muchas veces esa decisión también influirá en los que van al lado.
Un vehículo es una estructura metálica, las podemos tener de acero o de aluminio, que es la última tecnología aplicada a las carrocerías, como las que traen algunos coches de alta gama. Si el impacto es fuerte, esa estructura se resentirá del mismo, si es un golpe frontal, un elemento que está diseñado para que no dañe al conductor y se deforme, es la columna de dirección, que es la parte que sujeta el volante de dirección, esa deformación un particular no la vera, ya que solo podrá ser observada desde un punto de vista técnico.
La dirección tiene dos brazos salientes, que se denominan bieletas de dirección, las cuales llevan enroscadas las famosas rotulas de dirección, que serán las causantes de transmitir nuestro esfuerzo en el volante y llevarlo a las ruedas para realizar los giros. Son órganos que se desgastan con mucha frecuencia hoy día, antaño llevaban engrasadores que cuando se realizaba una revisión se engrasaban con grasa a presión, hoy en día la grasa que sale de fabrica es la que llevara por largo tiempo y si tenemos un poco de suerte mientras seamos dueños del vehículo.
Cuando se sufre un impacto frontal la estructura interna de la caja de dirección puede sufrir microroturas, que no se pueden analizar al no tener una visión de los elementos de la misma desde fuera, por eso si vamos a un desguace, cogemos una dirección de un vehículo siniestrado que no sabemos qué clase de golpe llevo, si fue delantero o trasero, el riesgo va en aumento, ya que esas microroturas se pueden hacer en rotura simplemente al coger un bache , el componente se rompe y aseguramos el segundo siniestro.
Si nos vamos a las rotulas de dirección, es un componente que va metido en una capsula que puede tener sedación producida por el anterior impacto, y como va protegida por una goma que es la responsable de que la grasa no se marche para su lubrificación, tampoco veremos su estado.
La normativa de talleres especifica de forma muy clara, que los recambios colocados al automóvil deben de seguir una normativa en seguridad, y que el responsable de la decisión de colocar esas piezas es el técnico que las instala, pero en estos momentos de dificultad de trabajo muchos se aprecian a eso, pero esa responsabilidad se eliminara si hay una autorización estricta firmada por el cliente en la hoja de trabajo, donde tiene que autorizar de forma escrita la colocación de esos elementos y en este caso la responsabilidad se deriva al dueño del vehículo .
Cuando hay un accidente y conlleva resultados de sangre, la guardia civil está obligada a levantar acta del accidente y a realizar un análisis del mismo, y si los acompañantes no son familia nuestra seguro que alguien reclamara sus derechos, haciendo que esa investigación se realice, más si hay indemnización de los seguros.
Ustedes deben juzgar los beneficios o ahorros sobre la seguridad de sus vidas, pero los que lean este artículo no podrán decir que nadie les advirtió.
EVARISTO MENÉNDEZ BÓVEDA
REBOOT 010 S.L
