No hay otra opción. Siempre que se pasa la raya roja del exceso de deudas, vienen los problemas. Hasta la fecha no ha habido ninguna fórmula económica de soslayar este asunto, por más que nos hayamos creído más listos que en ocasiones históricas anteriores.

La lección es bien sencilla. Sin embargo, no hay manera de aplicar la enseñanza, con tantos años de historias repetidas. En las crisis financieras no caemos dos veces en la misma piedra, si no tres, cuatro...

Qué sentimientos humanos, qué raza de "animales espirituales" tan especiales somos, que, a sabiendas, caemos y recaemos en la misma situación, que tantos quebraderos y tantas dificultades nos ocasiona. Y lo peor: muy probablemente, habrá una próxima.

Así, al menos, nos lo razonan científicamente Rogoff y Reinhart en el libro de irónico título: "Esta vez es distinto: ocho siglos de necedad financiera".

Los autores nos enseñan, realmente, que ninguna vez es diferente: a partir del nivel de endeudamiento sostenible, aparece la crisis. Siempre.

La famosa utilidad de la historia, que en teoría nos enseña a no repetir los errores del pasado, en asuntos económicos y financieros, no funciona.

Según Rose Bertín (sombrerera y modista de la reina María Antonieta, a la que se le atribuye el mérito de ser la primera diseñadora francesa e impulsora de la moda):  "no hay nada nuevo, salvo lo que se ha olvidado".

Esto, al menos en algunas materias de emociones y sentimientos humanos, parece ser así.

Y claro que habrá mucho nuevo y emocionante en el futuro, pero, por favor, no renunciemos a la enseñanza que hoy nos deja la historia, tengamos presente sus moralejas.

Está visto que  el refrán: "nadie escarmienta en cabeza ajena" es cierto. Y en este caso, tampoco en la propia...

Nos vemos. Besitos. Click.