Cálido al tacto, aromático al arder, suave al acariciarlo y eléctrico cuando lo frotamos. El ámbar es en realidad una resina fósil, formada hace millones de años...
Esta resina de pino, al resbalar por el tronco del árbol, a menudo atrapa pedacitos de origen vegetal y pequeños animales que se quedan pegados a él. Después, en contacto con el aire, se endurece, solidifica y conserva estos restos orgánicos intactos y protegidos en su interior. Es una buena herramienta para estudios paleontológicos.
En muchas imitaciones, para hacerlas más creíbles, se incluyen insectos para emular a los originales, pero fijándose un poco, y con una simple lupa, podemos distinguirlos por su posición, ya que en los reales, la resina los encierra en situación "sorpresa": pelillos erizados, patas estiradas, antenas desplegadas... también carecen de pequeñas burbujas de aire adheridas.
Las típicas "lentejuelas" de su interior (pequeñas fracturas que le dan un aspecto muy vistoso, como de escamas iridiscentes) también son fáciles de simular. Basta un microondas casero.
Mucho cuidado, porque si se pone en contacto directo con el fuego, se incendia de inmediato.
Una curiosidad: se carga eléctricamente con facilidad frotándolo con un paño, preferiblemente de lana o seda, y si después lo arrimamos a trocitos pequeños de papel, los atrae y se quedan adheridos a él.
Sus colores son muy variados. El más generalizado es el amarillo, pero también aparece rojizo, negro, verdoso, azulado, o blanco lechoso. A veces se procede también a teñirlo; esta operación se detecta bajo aumento, lo que muestra las concentraciones de colorante en las fracturas.
Por cierto, el ámbar flota en agua salada. Es otra buena manera de distinguirlo de imitaciones de plástico o vidrio.
Si se le acerca una aguja calentada, es posible oler el aroma característico que desprende, resinoso o tipo incienso, muy embriagador.
En el Tibet, los iniciados lo emplean para atraer la buena suerte y las vibraciones positivas.
En Méjico, para proteger la salud y evitar el "mal de ojo".
En los niños dicen que alivia las molestias dentales.
Cuenta la leyenda, que tiende a oscurecerse cuando el que lo lleva se halla en riesgo de muerte, como si intentara advertirle del peligro.
Como siempre, creer o no, ya es cosa vuestra...
Nos vemos. Besitos. Click.
9 comentarios
# hormiguero Responder
27/06/2011 09:54Sorprendente el ámbar y sorprendente Miss Click
# turkesa Responder
27/06/2011 10:26me viene a la mente la película de Parque Jurásico. A partir de un mosquito conservado en el ámbar, arman todo el follón. Q lío!!
# Hoboken Responder
27/06/2011 16:09Debes ser un poco "ambarina" porque me quedo atrapada en tu blog, como los mosquitos en el ambar.
# Canillas Responder
28/06/2011 13:47Eres una enciclopedia. Desde ahora miraré el ambar con otros ojos. Besos
# Elmer Responder
29/06/2011 11:50Coincido con Canillas: eres una enciclopedia. ¿Como puedes hablar de cosas tan dispares y hacerlo simpre de forma que interesa?
# Dr. Bacterio Responder
02/07/2011 23:41Las inclusiones en ámbar agregan no sólo belleza sino una gran cantidad de información para los científicos, siendo posible recuperar el ADN de los restos orgánicos intactos que quedan protegidos en su interior, ¡¡¡incluso de especies ya desaparecidas!!!
# Azulete Responder
02/07/2011 23:59Podemos encontrar pequeños seres vivos como plantas, gusanos, mosquitos (como el del blog), mariposas y hasta lagartijas, escorpiones y ranas… Por cierto, una pieza de ámbar descubierta en 1997 con una ranita, fue valorada en más de 40.000 €… Besitos :-)
# LOLA MORA Responder
03/07/2011 21:20INTERESANTISIMO....SIGUE MARAVILLANDONOS CON TUS COSITAS DE LA VIDA...BESITOS.
# Enrique Responder
01/09/2011 00:39Os recomiendo el capítulo "Insectos en ámbar- atrapados en el tiempo" del libro Encuentros con la Ciencia II, descargable gratuitamente desde www.encuentrosconlaciencia.es ->Libros->Libro II. Saludos, Enrique