Son, por excelencia, símbolo de femineidad. Es la gema más antigua conocida, y durante siglos fué considerada la de más valor. Tan valiosa, que se cree que el general romano Vitelio, financió toda una campaña militar sólo con uno de los pendientes con perla de su madre.

En la China Imperial, la perla negra fué considerada como símbolo de nobleza, y según cuenta la leyenda, custodiada entre los dientes de un dragón.

En el Oriente se asocian con las lágrimas de los ángeles. Su polvo aún sigue siendo popular como blanqueador de la piel y como cosmético.

En India se creía que las perlas proporcionaban paz espiritual a la mente, y fortalecían cuerpo y alma.

Los europeos, que ya sabéis como somos, preferíamos tragarla (siempre tan originales), ya que con eso pretendíamos curar los asuntos de la mente, del corazón, y estabilizar los nervios. No tengo palabras, tragamos todo.

En el Corán también vienen reseñadas, y cuentan  que un buen musulmán cuando entra en el Reino del Cielo "es coronado con perlas de un brillo incomparable, y le esperan hermosas doncellas que parecen perlas ocultas..."

Fijaos como de valiosas eran, que en 1916 el joyero francés Jacques Cartier compró su famosa tienda en la Quinta Avenida de Nueva York, cambiando dos collares de perlas por la propiedad.

Os cuento: hay dos tipos de perlas, las naturales y las cultivadas. Las naturales son aquellas creadas SIN intervención humana, mientras que las cultivadas la requieren.

Las falsificaciones de ambas se hacen normalmente con incrustaciones de peces, y pueden detectarse fácilmente con la sencilla prueba de los dientes. Arrastrad suavemente la perla por la superficie de los dientes superiores; si se desliza con facilidad es falsa. Si se siente una ligera y arenosa abrasión, con toda probabilidad se tratará de una perla cultivada o natural.

A ese brillo nacarado tan típico en ellas, se le llama "oriente". Sabed que cuanto más intenso y uniforme sea, más caras son.

Las de agua dulce están disponibles en una gama de colores mucho más amplia que las de agua salada. Desde el amarillo, pasando por el marrón, verde, y hasta violeta. Resultan más baratas de producir, ya que cada molusco de este medio puede dar hasta un total de 30 perlas por cosecha.

Para los que sois más sensitivos: se dice que absorven la energía negativa y tranquilizan a la persona.

Símbolo también de la amabilidad, la lealtad y la justicia. Indican inocencia, pureza y modestia. Abren el chakra basal.

Se recomiendan para los que padecen miedos o angustias. También para los que sufren palpitaciones, que en estos tiempos somos casi todos.

Creer o no, ya es cosa vuestra.

Nos vemos. Besitos. Click.