Recientes descubrimientos científicos parecen demostrar que unas partículas subatómicas llamadas neutrinos, viajan a una velocidad superior a la de la luz, es decir, llegan a un destino antes de haber salido, echando por tierra los conocimientos científicos actuales que consideran que nada puede trasladarse a una velocidad tan elevada.

La posibilidad de llegar a algún sitio antes de haber salido, supone recuperar la esperanza en la existencia de milagros.

Abre las puertas a un mundo fantástico en el que todo es posible: la teletransportación, los viajes en el tiempo, las múltiples dimensiones, los multiuniversos, e incluso, dejando correr la imaginación, soñar con una especie de "vida eterna".

La reformulación de la física clásica es cuestión de pocos años.

Las incertidumbres y posibilidades de la mecánica cuántica y la necesidad de nuevas explicaciones, que concilien las teorías de la escala grande y de la pequeña en el mundo físico, hacen urgente la aparición de nuevas y más satisfactorias explicaciones científicas. (Tal y como están formuladas explican bien su propio ámbito, pero resultan incoherentes entre sí).

Este futuro próximo en el mundo científico, tan apasionante, y que llega cargado de interesantes expectativas, puede hacer aburridos y poco ambiciosos los objetivos de las religiones, filosofías, literaturas y teorías hasta ahora aceptadas. El mismo Einstein afirmaba sin temor a equivocarse que "nada puede viajar más rápido que la luz". Ay, si levanta la cabeza!!.

La agenda que hará posible, más pronto que tarde, el descubrimiento de tales sorpresas, dependerá de la aportación de los recursos públicos necesarios para hacer de la investigación científica una prioridad política y social.

Los neutrinos son la antesala de un futuro cargado de milagros.

"Cosas veredes", parece ser que decía el clásico...

Nos vemos. Besitos. Click.