Lo del señor Floriano resulta incalificable: analizando las declaraciones de la renta del señor Rubalcaba llega a la conclusión de que el dirigente socialista también cobraba sobresueldos y de que es absolutamente ruin comparar los ochocientos mil euros que ha cobrado el señor Rubalcaba en diez años con los dos millones de euros que percibió en el mismo tiempo el señor Rajoy.
Para justificar sus conclusiones nos suelta que se debería tener en cuenta lo que podría haber percibido el señor Rubalcaba como catedrático de Química frente a la remuneración que habría podido recibir el señor Rajoy como Registrador de la Propiedad. ¡Y se queda tan ancho!
Si esta argumentación se escucha en la barra de un bar dejaría en clara evidencia a su emisor por su absoluta irresponsabilidad, cuanto más cuando proviene de un dirigente político que lo vocifera para que sea escuchado por todos.
Señor Floriano, si aplicamos la máxima “el que decida voluntariamente dedicarse a la política percibirá conforme al puesto que venía ocupando antes de su dedicación pública”, muchos de ustedes tendrían que estar haciéndolo gratis, sin entrar a valorar las otras muchas “dedodedicaciones” (mediando o no concurso) alcanzadas por mor de la militancia.
Algo similar a lo que decía ayer el señor Marhuenda en una cadena de radio: el sectario gacetillero hacía apología de la financiación ilegal de todo bicho viviente (ahora que es imposible negar la del PP y seguramente porque dispone de datos fehacientes que le llevan a tal conclusión), acusando a los dirigentes socialistas de ceguera por no haberse enterado de lo que estaba pasando en Andalucía con los Eres y cuestionando que eso pudiera ser cierto. Vamos, que dijo que resulta imposible pensar que el señor Griñán no supiera lo que estaba sucediendo cuando había tantísimas personas beneficiadas por la trama.
Hasta puede tener razón, pero hete aquí que el personaje en cuestión viene defendiendo, como si le fuera la vida en ello, que el asunto Bárcenas es un tema que concierne única y exclusivamente a un delincuente que ha conseguido engañar a todos los dirigentes del PP. Directivos ciegos, sordos, mudos…., y añado, absolutamente estultos.
O sea, que en el caso del PSOE resulta imposible creerse que sus dirigentes no conociesen lo de los Eres y en el del PP, lo que sucedió es que un sinvergüenza les había estado engañando en su propia sede de Génova. ¡Ay Marhuenda…, apenas se te ve el plumero!
La independencia que se exige a todo miembro de la carrera judicial y que, por más que se empeñen los líderes conservadores, es cuestionable en el afiliado presidente del TC, no es reclamable en el caso de los reporteros cuando se trata de expresar su opinión, pero de ahí, señor Marhuenda, a comportamientos tan rastreros… Usted está haciendo bueno al prosélito señor Urdaci con quien los informativos públicos alcanzaron cotas de arbitrariedad casi imposibles de ser superadas, aunque su labor de zapa se realice en medios privados.
Por eso, la conclusión del PP es que los partidos de la oposición son “colaboradores necesarios de Bárcenas para desgastar al Gobierno”. En fin. Es lo que hay. Como si toda la inteligencia se hubiera agotado en estos lumbreras.
Imagen: ilustración satírica de Pawel Kuczynski
