Responsable, el empedrado

Responsable, el empedrado

Lo que nos faltaba por oír. Conforme a lo declarado por el señor Ferré, Presidente de Adif, también Zapatero es el culpable del accidente de Santiago por prescindir en 2010 del sistema de frenado automático ERTMS en el tramo donde se produjo el infortunio, porque, como ha referido este mismo señor, este sistema lo hubiera evitado. ¡Hay que ver el juego que da el señor Zapatero!

 

Pero el tramo Orense-Santiago-A Coruña de Alta Velocidad se puso en funcionamiento en diciembre de 2011 y desde noviembre de ese mismo año, los que han aupado a este señor a la presidencia del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, los del partido del gallego señor Rajoy, gobiernan el país siendo los encargados de la seguridad en las vías, por mucho que sean técnicos los que eligen unos u otros sistemas y, a fecha del triste accidente, llevaban como responsables 20 meses, tiempo más que suficiente para haber realizado las modificaciones pertinentes que hubieran evitado el luctuoso suceso.

 

Aquí de lo que se trata es de echar balones fuera, culpando a otros o, si fuera menester, al empedrado, y de no asumir las responsabilidades que a cada cual le conciernen por razón de su cargo, lo cual denota una miseria inconmensurable. Mezquindad a la que, por otra parte, los gobernantes conservadores y sus “dedoagradecidos” nos tienen acostumbrados.

 

Una decisión puramente política decidió romper la unidad de explotación en el transporte ferroviario, atribuyendo a Adif la gestión de las infraestructuras ferroviarias y a Renfe y a las empresas privadas que compitan con ella, la prestación de los servicios, con un constatable aumento de los costes y de los problemas. Y por otra decisión puramente política están los señores Ferré y Gómez-Pomar presidiendo uno y otro organismos.

 

La comparecencia de los presidentes de Renfe y de Adif no sirvió para esclarecer las causas del accidente, pero al menos abrió una puerta para la defensa del conductor del Alvia accidentado, al que, desde ámbitos políticos, desde el primer momento quisieron atribuirle toda la responsabilidad, cuando parecía increíble que en una infraestructura que nos ha costado tanto dinero a los españoles (se llevan invertidos en infraestructuras del AVE unos 50.000 millones de euros), toda la seguridad se porfiara a la pericia de un ser humano y, ha dejado expedita la posibilidad de imputación al Presidente de Adif.

 

Los dos acontecimientos más recientes, el de Gibraltar y el del pederasta Galván (o Salahedin o como se llame) encarcelado en Marruecos, han vuelto a poner de manifiesto que para “estos”, por más que desde chavales fueran educados en lo pecaminoso de faltar al octavo mandamiento de la ley de Dios, lo de los falsos testimonios es algo ínsito.

 

Con Gibraltar, unas actuaciones fuera de lugar, impropias de un país con una diplomacia asentada, derivan en una conversación telefónica de los primeros ministros de España y Reino Unido, con explicaciones posteriores diversas y contradictorias, según se escuche la versión del señor Cameron o la del señor Rajoy. Con respecto al pederasta, que si las listas fueron malinterpretadas, toda vez que incluían dos grupos, unos para indultar y otros para trasladar; que el error es debido a Marruecos… Ni se sabe si había una o dos listas, ni quien la o las elaboró, ni las razones por las que aparecía un señor con el historial delictivo del pederasta, ni los motivos por los que se incluyen a unos presos y se deja a otros en las prisiones marroquís. Ni se sabrán, como no conoceremos los términos exactos de la conversación entre los mandatarios hispano y británico.

 

Por otro lado, nada que cambie un ápice lo que viene sucediendo desde que el rodillo conservador se hizo con las riendas amparado en una mayoría absoluta que le permite atropellar, más que gobernar. Pero, de su proceder cicatero a que estos señores piensen que los ciudadanos no tenemos capacidad de discernir…

 

De momento, la gran mayoría de los españoles creen la versión del presunto delincuente Bárcenas frente a la del presunto honorable Rajoy. Excepción hecha del señor Marhuenda y algún que otro “cavernotertuliano”, que, a no tardar, tendrán que “cantar la palinodia”. Si no, al tiempo.

 

Imagen: ilustración satírica de Pawel Kuczynski 

 

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