Enerva escuchar los argumentos utilizados por los defensores de lo indefendible para eludir sus responsabilidades: “y tú más”; “y qué me dices de lo de los Eres”; “estás tú bueno, con lo que tienes que contar del caso Marea”… Mientras tanto, los ciudadanos, perplejos ante la infinidad de datos escabrosos que se vienen conociendo sin que se atisbe acto de contrición alguno en los que, por otra parte, se erigen en defensores de la fe cristiana y sitúan la evaluable asignatura de Religión al mismo nivel curricular que la Lengua, que las Matemáticas o que el Dibujo Técnico.
Una fuga de agua a su indignante argumentación se les ha abierto con el archivo de la causa al exministro socialista, el señor José Blanco, al que quisieron imputarle los delitos de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias, habiendo quedado exonerado de los tres sin que se le haya llegado a abrir juicio oral, aunque la “condena de telediario” le haya sido impuesta sin pasar por los juzgados, si bien, después de la decisión del TS, la pira que tenían preparada algunos políticos y personajes de la caverna mediática para inmolarle van a tener que utilizarla para otros menesteres.
Cavernícolas como Alfonso Merlo, Carlos Cuesta, Hermann Tertsch, Carmen Tomás, Paco Marhuenda…, que condenaron sin compasión al político socialista gallego, y que, sin embargo, ponen la mano en el fuego por la honradez del señor Rajoy, no deberían desmontar el material vegetal apilado para churruscar al señor Blanco, porque, a tenor de lo que se está conociendo, es altamente probable que puedan darle uso con la tropa de presuntos chorizos acuartelada en la calle Génova.
Pero, como la soberbia de estos individuos les excluye de cualquier arrepentimiento, máxime si ha de ser público, continúan echando carnaza resultándoles incomprensible que todo un señor ministro se reúna con un amigo en el área de servicio de una gasolinera, cuando debería haberlo hecho en un despacho revestido de maderas nobles amueblado por una de esas constructoras donantes altruistas a las que les ha caído obra pública como si del bíblico maná se tratara, con reformados y costosísimos desvíos presupuestarios incluidos. No digamos nada, si además, el centro floral que ornamenta la mesa de reunión lleva una grabadora catalana incluida…
Porque si hay algo que está quedando claro con el paso de los días es que esto del caso Bárcenas es un contubernio de los grupos de la oposición para echar al señor Rajoy, que, como no tiene nada que ocultar, ha dado todo lujo de explicaciones a los españolitos causantes de la crisis por haber vivido por encima de sus posibilidades y está ultimando una querella criminal contra el extesorero por acusaciones falsas. Ustedes, como yo, han sido testigos de ello, como lo fueron aquellos canallas de la “naftareunión” del tal Dorribo con el señor Blanco. ¿De qué si no van a tener todo lujo de detalles de lo que aconteció en la gasolinera? ¿Estarían en el centro floral?
Pena de no haber sido una cuestión a dirimir en el TC, donde el independiente árbitro Pérez de los Cobos resultó ser militante del PP, cosa que por otra parte no preocupa al fiscal excedente señor Gallardón porque está dentro de la legalidad, aunque el propio PP recusase al magistrado Pérez-Tremps en los debates sobre el Estatut porque podía estar contaminado al haber realizado un trabajo académico sobre cuestiones planteadas en el proceso de la reforma estatutaria. Es que comparar a ambos Pérez…
Por ello el señor González Pons nos ha recordado que “en este país, al ritmo que vamos, parece que va a acabar siendo punible ser, creer, pertenecer o haber votado alguna vez al PP”. Si se terminan anulando las decisiones del señor Pérez de los Cobos, el daño patrimonial causado a las arcas públicas por los costes procesales y las posibles futuras reclamaciones debería girarse al propio causante o, subsidiariamente, a quien enfatiza sobre la bondad de la presidencia jurídico-institucional político-dependiente. Los mismos de los sobres.
Punible, lo que se dice punible, todo lo que se viene conociendo. Confiemos en la justicia independiente, aunque no sea la titular del despacho y en que se conozca quien es el JM de las anotaciones de Bárcenas.
Imagen: ilustración satírica de Pawel Kuczynski
