Mientras se conoce que muchos políticos del PP recibían un buen sueldo institucional (dietas y prebendas aparte) y, a la par, un estipendio del Partido (incluso mejor, procedente en su mayoría de las arcas públicas) llega la noticia de que, en Madrid, se va a incentivar a los empresarios que coloquen a parados que están percibiendo el subsidio por desempleo, dejando en la estacada al colectivo asalariado más vulnerable, el de los trabajadores parados que no reciben cantidad alguna porque ya agotaron sus ayudas.

Medidas de un gobierno confesional, Católico Apostólico y Romano, de imperceptible conciencia cristiana, aunque sí de misa y cilicio, que convierte en evaluable la asignatura de Religión, pero al que le importa un pepino la situación personal y familiar de muchos ciudadanos que, ahora, en estos momentos angustiosos, es cuando más necesitan la ayuda de un Estado “autotitulado” Social en la Constitución promulgada en 1978, que tiene bastante de Estado capitalista autoritario y poco o nada de Social.

Y por si la cosa no estuviera ya fea, en la tarde del martes pudimos contemplar en las pantallas la imagen del “hombre llamado a enderezar el rumbo del mundo”, que renunció al poder emulando a los emperadores Cincinnato y Carlos V, ambos citados por D. José María en el año 2004, poco antes de las elecciones y del atentado que tan “significada personalidad de cetro diamantino” intentó atribuir al terrorismo vasco.

Como son pocos los problemas que acechan al gobierno salvador de Rajoy, ahora aparece Cincinnato, “Ser supremo embriagado de autoestima”, postulándose para sacarnos del pozo amparado en que la España por él gobernada fue la más rica conocida, aunque la opulencia proviniera de una burbuja inmobiliaria que se ha demostrado germen de la pandemia económica actual y en la que muchos de los que parece que aportaron generosas dádivas al PP hicieron suculentos negocios, cuyos beneficios les permitían hacer “iluminados regalos de boda”.

También su amigo Blesa, al que un Juez tuvo la desfachatez de enviar a la cárcel, aunque su paso por prisión tuviera la brevedad de una noche, justo el tiempo que tardó en reunir una fianza proletaria de 2,5 millones de euros para poder eludirla. Servidor de la justicia al que la Fiscalía anticorrupción pretende apartar del caso al solicitar para sí el “Caso Blesa” y al que el Consejo General del Poder Judicial podría expulsar de la carrera judicial por unas faltas previas (se admiten apuestas).

“Dipsómano de egolatría” que, sin embargo, no se enteraba de que en su Partido había sobresueldos y donaciones en metálico y que instaba al gobierno socialista a que no le dijera las copas que tenía o no que tomar cuando fuera a coger el volante (su amigo Miguel Á. Rodríguez se bebió hasta el agua de los floreros), donde debería estar es en Irak, con unas chirukas y una cantimplora, buscando las armas de destrucción masiva, y hasta que no las encuentre, que no regrese.

Y para una entrevista seria, contrate otro mariachi, porque el trío Marhuenda, Prego y Lomana, tienen un repertorio muy previsible. Y aburrido.

Imagen: ilustración satírica de Pawel Kuczynski