Mientras la señora Cospedal niega las cuentas de Bárcenas, a los trabajadores de los híper se les congela el sueldo, no se les van a pagar los festivos y se les aumenta la jornada. Trabajadores de híper, como los Mercadona, cuyo “ejemplar” propietario es uno de los que aparecen en el listado atribuido al extesorero del PP como empresario benefactor del partido. Trabajadores cuyos sueldos no se aproximan, ni de lejos, a la menor de las cantidades que esta “pandilla” parece que se llevaban en negro.

Aquí todos niegan la mayor. La Cospedal y Jiménez Losantos, con una caradura insoportable, rechazan el contenido de lo publicado en El País con vehemencia hasta que, ante las evidencias y declaraciones de alguno de los incluidos en el listado, reculan y reconocen la veracidad de “algo” de lo aparecido.

Resulta complicado sujetarse, máxime al ver a esta “panda” de moralistas erigirse en ejemplarizantes ciudadanos, cuando están de porquería hasta las cejas.

Recordando al “ejemplar” Montoro atribuyendo una “falta de contenido a la función pública” o al “modélico” Beteta acusando de perder el tiempo con el cafelito o a la “curricular” Báñez o a la “inefable” Botella o a la “beatificable” Aguirre…, todos ellos subidos en el púlpito acusándonos de haber vivido por encima de nuestras posibilidades, de despilfarrar a manos llenas, de alargar la percepción del subsidio de desempleo por falta de ganas de trabajar, de percibir cantidades para cuidado de dependientes que no se justifican…

Escuchando a los ejemplares empresarios, alguno de los cuales parece ser que entregó cantidades al PP, seguramente sin buscar nada a cambio (podían haberlo entregada a alguna Ong), acusándonos de vagos e instándonos a trabajar y a cobrar como chinos; mirando la nómina que se ha visto menguada desde que estos personajes llegaron al gobierno y con una retracción especial en el mes de diciembre, cuando se debía haber percibido la extra impunemente saqueada; cuando los derechos laborales han sido sustraídos y difícilmente van a volver a ser restituidos; cuando infinidad de jóvenes y menos jóvenes, cualificadísimos, engrosan las listas del paro y se tienen que marchar de España para ganarse la vida; cuando se están privatizando los servicios públicos esenciales con la exclusiva finalidad de hacer negocio a costa de los españoles; cuando se está echando de sus viviendas a ciudadanos que no han podido hacer frente a la hipoteca, mientras los mismos que los desahucian se han llevado inmensas indemnizaciones; cuando se presenta un borrador para reformar la Ley para la Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Públicas en el que se otorgan unos sueldos insultantes a los alcaldes y de total desprecio hacia los ciudadanos; cuando la insensibilidad parece ser la nota dominante en la casta política; cuando los gritos de la calle que piden una regeneración política parecen no ser escuchados por aquellos a los que van dirigidos….

En mi cabeza está resonando el señor Aznar con el “váyase señor González”. El ínclito señor que nos llevó a una guerra en la que cientos de miles de personas inocentes murieron sin justificación alguna y por la que este personaje no ha sufrido el menor reproche. Por el contrario, todos estos ejemplarizantes personajes lejos de terminar delante de un Tribunal, terminan ocupando Consejos de Administración, algunos de empresas que ellos mismos privatizan.

Inútiles, incompetentes, a la vista de que 13 meses después de haberse hecho con las riendas todo está peor de cómo estaba cuando “heredaron” y además sinvergüenzas. Sueldo institucional, sueldo del partido, dietas, prebendas (estos salen de casa con 40 euros y vuelven con 44, porque no se pagan ni el café) y, por si fuera poco, sobre.

Gravísimo, indignante. Más cuando les ves queriendo dar ejemplo. ¿De qué? No sé a Ustedes, pero a mí, me hierve la sangre. No os queremos para dirigir España. Váyase ya, señor Rajoy.

Imagen: ilustración satírica de Pawel Kuczynski