Tras lo acontecido estos últimos días, el tópico “país de pandereta”, referido a nuestro territorio nacional, se antoja de rabiosa actualidad.
En un medio escrito, que no se caracteriza, cierto es, por su rigor (todavía siguen atribuyendo la autoría de los atentados del 11 de marzo de 2004 a la banda terrorista ETA), han aparecido unas informaciones fundamentadas en unos borradores policiales, que dejan malparado al señor Artur Mas, líder de Convergencia y Unión.
Este independentista catalán se ha apresurado a salir a la palestra para negar los hechos que, si realmente son ciertos, son de gravedad suficiente para retirarle de la vida pública, con independencia de lo que finalmente terminaran diciendo los tribunales penales.
Pero es que, si los hechos publicitados a los cuatro vientos no son verídicos, lo que correspondería es que algún miembro del Gobierno (no solo es responsable el Ministro del Interior) desapareciera para siempre porque, lejos de salir a desmentir o a hacer público que se van a depurar posibles responsabilidades, se han encargado de echar leña al fuego alimentando la sospecha de delito, siendo como son los responsables últimos de la información que salga de una institución dirigida por ellos. Porque ahora no es lo mismo que cuando, estando en la oposición, jaleaban la información de ese mismo periódico tratando de echar por tierra el trabajo policial y judicial en relación con los atentados del 11M. Ahora son ellos los que dirigen a la policía y los encargados de velar por la confidencialidad del instituto armado.
En vísperas de las elecciones catalanas no tenemos certeza de lo publicado, toda vez que unos medios informan de que Interior da por válidos los borradores, mientras otros medios dicen que el Ministerio no los considera documentos fiables.
Así las cosas, el 25 de noviembre los catalanes eligen su gobierno autonómico, previéndose una victoria holgada del partido del señor Artur Mas que, sin embargo y pese a ser el objetivo buscado con el adelanto electoral, no alcanzaría la mayoría absoluta, sin que parezca que los hechos conocidos vayan a tener repercusión en la intención de voto de la ciudadanía. Como tampoco parece que lo tenga el hecho de que el señor Mas haya sido el presidente autonómico que más ha recortado a los empleados y a los servicios públicos, siendo paradójicamente el que más cobra de todos los dirigentes regionales. El presidente de Cataluña percibe un sueldo bruto anual de 144 mil euros (a los que hay que añadir dietas), casi el doble de lo que gana el presidente del Gobierno de España, que cobra 78 mil. Si el señor Mas es elegido Presidente de la Generalitat y finalmente se demuestra que lo publicado es cierto, ¿se convocarían nuevas elecciones? Porque no debería bastar con su dimisión.
Borradores policiales filtrados a medios dudosamente rigurosos; fiscales que reprueban a fiscales; independentistas salpicados por esas filtraciones que aplican políticas austeras a sus ciudadanos mientras ellos nadan en la abundancia; gobernantes felices de que desde dependencias regidas por ellos emanen documentos confidenciales. Si lo publicado es cierto, muy grave; si no lo es, también. Marca España.
Imagen: ilustración satírica de Pawel Kuczynski
3 comentarios
# aventau Responder
23/11/2012 23:12Curioso Rajoy quiso crucificar a Rubalcaba por las filtraciones del caso Faisán y ahora sale Montoro dando credibilidad a la información publicada en vez de buscar a los filtradores, depurar las responsabilidades oportunas e informarse de su veracidad.
# Miguel cp Responder
24/11/2012 20:55Estoy seguro al 100% que ambas derechas viven en la corrupción y del robo, en sus respectivos territorios. Otra cosa es que las investigaciones policiales y judiciales lleguen al puerto de la justicia. Lo más grave: ¡esta ciudadanía los vota!
# Raul Responder
29/11/2012 16:06Lo malo de todo esto es que muchos españoles demuestran tener sintomas de Alzehimer a muy temprana edad, y a pesar de todas las fechorias y atracos cometidos por nuestros politicos (por unos o por otros), rápidamente lo olvidan y les votan de nuevo.