¿Lobby? ¿Qué lobby?

¿Lobby? ¿Qué lobby?

Los afortunados que mantienen sus puestos de trabajo en esta época de incertidumbre, pueden hacer lo que les venga en gana en el tiempo libre que le dejan sus quehaceres diarios, siempre que la actividad no sea ilícita o conculque algún precepto sobre incompatibilidad.


Una reciente Sentencia del Tribunal Constitucional permite a los médicos asturianos del sistema público compaginar su trabajo como funcionarios con el ejercicio privado de la profesión. Tras la resolución, el Colegio de Médicos ha disparado toda su artillería contra el señor Areces por promulgar una normativa que hoy se ha mostrado discrepante con nuestra ley fundamental, exhibiéndose exultantes, aunque sean una minoría los médicos pluriempleados.


Como cada cual puede hacer lo que le plazca en su tiempo fuera del trabajo oficial, siempre que no incumpla la legislación sobre incompatibilidad del personal al servicio de la administración, lo que le queda ahora al Gobierno regional es implementar controles especiales para que esos pluriempleados ejerzan su trabajo público con eficacia y eficiencia. Controles que, siendo exigibles para todo empleado público, en estos y en otros supuestos de pluriactividad, deben incrementarse.


Otra medida que se antoja necesaria es el aumento de plazas en la Facultad de Medicina, porque los privilegios de estos profesionales comienzan nada más terminado el bachillerato. Hoy, cuando medio país está en paro y los facultativos aplauden una medida que les permite el ejercicio simultáneo de la actividad pública y de la privada, inexplicablemente, se siguen limitando las plazas de acceso a los estudios de Medicina.


Muchos estudiantes de bachillerato con excelentes expedientes académicos, que desean convertirse en médicos, no pueden hacerlo por la elevada nota de corte y porque solo hay cabida en la Facultad para unos pocos escogidos, que, una vez dentro (paradojas del destino), se muestran completamente de acuerdo con los “numerus clausus”.


Posiblemente, si hubiera más facultativos en el mercado, la pluriactividad sería algo anecdótico, de la misma forma que las guardias pagadas y que luego no se quieren recuperar. Hay profesionales que hacen guardias y no reciben percepción alguna por ello, acumulando días de descanso que sustituyen a los días trabajados. Cobrar y querer volver a recaudar por el tiempo libre es un privilegio más, que si en otro tiempo ha sido admitido, en la coyuntura actual no tiene cabida, como tampoco lo tiene que este asunto se plantee como un escollo insalvable.


Por cierto, ¿conocen a algún médico en paro? Periodistas, ingenieros, abogados, arquitectos, filólogos, economistas…., entre otros universitarios, hay muchos. ¿No tenemos suficientes lobbies?

4 comentarios

  • # Luis Candelas Responder

    20/11/2012 22:52

    Cada vez veo más cercano el día en que de una vez por todas la gente de bien de este país nos echemos a la calle.

  • # Alfredo R. Responder

    22/11/2012 08:30

    El médico de la pública que realiza su trabajo, que son la mayoría, están mal pagados en comparación con otros profesionales. Otra cosa son algunos privilegios de los que gozan y han gozado sin que nadie les haya puesto coto. A eso hay que poner fin.

  • # BEGOÑA Z. Responder

    22/11/2012 12:37

    Caemos una vez más en una guerra en la que no debemos entrar. No debemos criticarnos unos a otros, si todos los trabajadores (donde incluyo a los funcionarios) estuviéramos unidos, los de arriba que son los gestores cambiarían y sino a la p.calle.

  • # Carmen Responder

    22/11/2012 12:46

    Efectivamente no comprendo por qué en algunas facultades en las que también se necesitan realizar muchas practicas en laboratorio ( por ejemplo Ingenierias), no existen numeros clausus y se admite a todo el mundo, y en Medicina sean tan restrictivos.

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