Escuchando a Urkullu decir que a los del PNV les había faltado ser más contundentes en la condena del terrorismo resulta imposible apartarse del debate sobre el distanciamiento existente entre la clase política y los ciudadanos de a pie.
Ahora, en plena campaña electoral vasca, cuando los terroristas de la ETA han aparcado sus actuaciones, no es el mejor momento para hacer revelaciones de este tipo. La contundencia había que haberla tenido cuando ETA asesinaba, secuestraba y extorsionaba. Pero entonces no era electoralmente rentable, por lo que, lejos de condenar, los templados peneuvistas se movían dando una de cal y una de arena. Todo, con el claro objetivo de no perder votantes. Actualmente, estas declaraciones tienen también un propósito plebiscitario.
En el medio, los ciudadanos percibimos una impudicia que no hace nada más que agrandar la brecha ya existente con nuestros estadistas. ¿Qué habría declarado el señor Urkullu si hoy ETA siguiera actuando? Con seguridad, no lo habría condenado expresamente. Se movería en ese lenguaje ambiguo de aguas templadas del que era un maestro el señor Arzallus. Esa tibieza objetivada en abarcar electoralmente con su discurso al mayor espectro posible de la sociedad vasca.
Sucede que el ciudadano ya está harto de estas estrategias bélicas, pergeñadas en los cuarteles generales de los partidos políticos, con la exclusiva finalidad de captar su papeleta. La coherencia hay que demostrarla en todo momento. No se puede variar el discurso y la forma de actuar en función de la posición ocupada en el tablero.
Por eso, también cuesta encajar a nivel regional alegatos como los de que “queremos acabar con nichos de ineficiencia en la sanidad pública”. Si se conoce la existencia de esos nichos ineficientes, de debe acabar con ellos, pero no se puede meter en el mismo saco a todo el personal sanitario. Eso ya lo hacen en Madrid, donde el señor Montoro, sin ruborizarse, sigue buscando el sentido a la función pública.
La desafección de los ciudadanos no lo es con todos los políticos, pero sí con bastantes. Y actuando así, irá a más.
Imagen: ilustración satírica de Pawel Kuczynski
6 comentarios
# Fernando Responder
09/10/2012 15:26Es una lástima oír estas idioteces verbales y políticas. Se ha creado una nueva clase social, que es la de los políticos y no quieren perder ese estatus y dicen y hacen lo que sea con tal cene mantener dicha clase social. Una pena.
# ALVAREZ GARCIA MANUEL ALEJANDRO Responder
09/10/2012 20:42Efectivamente la clase política no ser ruboriza y continúa realizando declaraciones, que en muchos casos son opuestas a lo que según que ocasión habían manifestado. Tampoco impera el sentido común de aunar esfuerzos y acercar posturas por el bien de todos
# ALVAREZ GARCIA MANUEL ALEJANDRO Responder
09/10/2012 20:51Una actitud más responsable de nuestros políticos debería ser amarrarse el cinturon como exigen al resto. También debería valorar y asumir las manifestaciones y acciones encaminadas a enfrentarse a la situación presente y no desdecharlas por sistema.
# ALVAREZ GARCIA MANUEL ALEJANDRO Responder
09/10/2012 20:58Solo había que escuchar las declaraciones de los regionales asturianos ante los recortes anunciados hoy por Javier Fdez, donde solo priman los intereses partidistas. Así no se superará esta situación, dejando claro que la ciudadania no les importa.
# Miguel cp Responder
10/10/2012 21:39Los políticos como los programas de tv. Nos ponen lo que quieren que veamos. La única salida a este O vicioso es la abstención. Y la lucha en medios alternativos y en la calle. S&R.
# Pepe Teverga Responder
12/10/2012 15:17Lo más patético es verles justificarse y echarse las culpas unos a otros. Anda que culpar de la desafección a las rémoras del franquismo. Los del 15 M no conocieron a Franco, Javier Fernández. Mejor entonas el mea culpa.