Dicen los que nos gobiernan que los resultados de las reformas y recortes que vienen realizando van a verse a medio plazo, sin concretar cuánto comprende ese período  (“más pronto que tarde”, dicen ahora).

A corto plazo ya se recogen los frutos de las medidas: más paro y peores salarios. Al amparo de la crisis los afortunados que tienen trabajo están viendo menguar sus salarios de forma inversamente proporcional a como muchos empresarios están viendo crecer sus beneficios. Bajando los salarios y las condiciones laborales.

Ya no es que tengas que trabajar cobrando menos, es que tienes que hacerlo asumiendo tareas que no te corresponden. En este sentido, la petición más “genial” la ha realizado estos días la “inefable” señora Aguirre, que dice que los comedores escolares deben ser vigilados por los profesores, puesto que es una tarea que está dentro de su horario laboral y así no se realiza el gasto que supondría la contratación de cuidadores.

La ocurrencia no es gratuita porque este mensaje cala, como lo del cafelito de Beteta o lo de la falta de contenido de la función pública de Montoro. Porque, ¿a qué santo no va a poder vigilar el comedor escolar un profesor? ¿Qué se creerán que son?

Puestos a enumerar tareas que se encuentran dentro del horario laboral de un profesor, también podrían limpiar los wáteres, que total les pillan de paso entre clase y clase. Tarea que también podía realizar la señora Aguirre, que el cometido también se encuentra dentro de su horario laboral. Ya sabe Esperanza, guantes de goma, lejía y amoniaco. También le dejamos usar escobilla.

Imagen: ilustración satírica de Pawel Kuczynski