Después de nueve meses de gobierno del Partido Popular parecía que había transcurrido tiempo suficiente para que, de una vez por todas, se adoptaran medidas contra los que todavía no han sufrido la embestida de los recortes “inmisericordes” que, promesa de embustero, nos van a sacar de la crisis, aunque no sepamos cuándo.
Parece que todavía no ha llegado el día de comenzar el asalto a las propiedades de los adinerados, a la fiscalidad de las sociedades y grandes empresas, a los grandes defraudadores, a las prerrogativas eclesiales, a los estipendios y prebendas varias habilitados para sí por los mismos gobernantes, a la engordada y muchas veces innecesaria gobernanza, a los privilegios bancarios, a los chiringuitos, a las subvenciones de difícil justificación de muchos miles de 400 euros, a … No ha llegado el día y quizás no lleguemos a conocerlo.
Los técnicos de la Administración Tributaria han declarado que se están intensificando las comprobaciones de expedientes de asalariados y de pequeños empresarios, con el fin de recaudar hasta el último céntimo, y ellos mismos muestran su perplejidad porque no se acentúe la presión sobre los grandes empresarios que son el origen del 70 % del fraude fiscal en España.
Aunque de indulgente puede calificarse la generosa medida de obsequiar con 50 euros a sumar a los 400 de “ayuda” a los parados de larga duración que tengan a dos personas a su cargo. Indulgente y piadosa, como corresponde a tan distinguidos y clericales siervos del señor. No habrá queja, ahora van a ser 450 eurazos, que no sabemos en qué quedarán una vez realizada la comprobación hacendística destinada a arañar hasta el último céntimo de los que menos defraudan, porque en nuestro país los trabajadores declaran una media de 19.359 euros anuales de renta, frente a los 8.275 euros que declaran los empresarios.
Pero no todo va a ser bondad y fervor, a los parados que vivan con sus padres se les retira la descomunal gratificación de 400 euros porque no puede ser que con esa cantidad se paguen un Máster. ¡Hasta ahí podíamos llegar! ¡Vividores! ¡Caraduras!
Forma de gobernar despiadada con los más débiles e indulgente con los más pudientes. Ninguna vergüenza torera, tan taurinos como son. A este paso sí que vamos a tener que hacer un Máster. En explosivos.
Imagen: ilustración satírica de Pawel Kuczynski
1 comentario
# Fernando Responder
23/08/2012 20:46Poco queda añadir. Su los empresarios defraudan y sacan el dinero del país o, invierten en otros lugares el dinero ganado o robado aquí, poco nos queda por hacer. el empresario español no tiene vocación de ello, si de defraudar a todos.