Allá por finales del mes junio, principios de julio, un total de 12 clubes de Segunda División B (Cultural Leonesa, Palencia, Alicante, Castellón, Polideportivo Ejido, Rayo Vallecano B, Universidad de Las Palmas, Benidorm, Cerro Reyes, Estepona, Jumilla y La Muela) se encontraban al borde del descenso de categoría debido a los impagos a sus jugadores una vez finalizado el plazo dispuesto por la Federación Española de Fútbol.
Clubes históricos como Cultural Leonesa debían de abonar la cantidad de 467.000 euros para poder eludir el descenso administrativo y anular las denuncias impuestas por sus jugadores.
Sin embargo otros como Palencia, Rayo Vallecano B o Poli Ejido lograron salvar la categoría in extremis tras conseguir una prórroga y realizar el pago.
En el otro extremo, se encontraban equipos como La Muela, Benidorm, Jumilla, Estepona y Cerro Reyes que descendieron directamente dos categorías debido a los impagos y tras haber descendido anteriormente sobre los terrenos de juego.
Para erradicar todo esto, la AFE (Asociación de Futbolistas) y la RFEF (Federación Española de Fútbol) decidieron asignar las plazas vacantes a otros equipos a través del pago de las deudas de los descendidos (este año el montante ascendió a 450.000 euros y el Sporting B logró mantenerse en Segunda División B ocupando la plaza de la Cultural Leonesa).
Pues bien, si antes el dinero destinado a esta partida se agotaba cuando la temporada estaba a punto de finalizar, en la actualidad, esta problemática no sólo persiste si no que se ha acentuado. Varios clubes no son capaces de generar recursos para pagar la nómina a sus jugadores cuando la temporada no ha hecho más que comenzar.
A día de hoy, nuevamente el Palencia y otros conjuntos como Sporting Mahonés, San Sebastián de los Reyes o Sporting Villanueva están teniendo problemas para ingresar la nómina a sus jugadores y en muchos casos los futbolistas ya no la están percibiendo desde hace algunos meses.
Visto los visto, parece que esta no es la solución y está claro que aquí algo falla…