Es uno de los 32 pueblos del concejo y uno de sus referentes turísticos.

El concejo de Santa Eulalia de Oscos –Santalla Oscos- se encuentra ubicada en el occidente del Principado de Asturias. Cuenta con una extensión de 47,12 kilómetros y una población censada en el año 2019 de 450 habitantes, lo que le sitúa en los puestos 61 y 72 respectivamente entre los 78 concejos en que está vertebrado el Principado de Asturias.

Limita al norte y este con Villanueva de Oscos, al sur y al oeste con la provincia de Lugo y al este con San Martín de Oscos y Grandas de Salime. Siendo su principal vía de comunicación la carretera AS-27 que por el alto de la Garganta da acceso a Vegadeo. Junto con sus vecinos de San Martín y Villanueva, integra la Comarca de los Oscos, reconocida por la Fundación Princesa de Asturias con el premio “Pueblo Ejemplar de Asturias 2016”.

Concejos que junto con los de Castropol, San Tirso de Abres, Taramundi y Vegadeo , integran la Mancomunidad de Oscos-Eo, una de las 18 existentes en el Principado. Y los siete, junto con otros tantos  lucenses de Baleira, Fonsagrada, Negueira de Muñiz, Pontenova, Ribadeo, Ribeira de Piquín y Trabada, su território ha sido declarado por la Unesco en el año 2007 “Reserva de la Biosfera del río Eo, Oscos y Tierras de Burón”.

Santolaya es concejo, pero también parroquia y localidad, aglutinando a 38 pueblos, de los que al menos 4 están deshabitados a fecha diciembre 2019. Uno de estos pueblos es Ferreira, situado a 460 metros de altitud y distante 4 kilómetros de la capital municipal, concluyendo en él la carretera que con esta le comunica. Posiblemente el mejor conservado y más rico en cuanto a arquitectura tradicional.

Compuesto por algo más de una veintena de viviendas y cuadras, de las que solamente tres están habitadas de forma continuada por sus los ocho habitantes censados en el año 2019.

Se encuentra situado en un soleado alto de una de las vegas que forma el río Agüeria, que nace aguas arriba en territorio lucense de Fonsagrada y que recorre 47 kilómetros en su recorrido por los tres concejos de los Oscos y el de Pesoz antes de entregar sus aguas al Navia en la localidad de Doiras, perteneciente a Boal.

En la actualidad es uno de los reclamos turísticos del concejo santalles gracias a que en la mencionada vega se ha habilitado hace más dos décadas un área recreativa y turística por el Gobierno del Principado de Asturias. Área, que a píe de río, cuenta con un espacio para pesca, baños y práctica del piragüismo, gracias a sus aguas remansadas, a la que se accede por el puente denominado “A cova”.

Ella es junto con las de Pumares y Millarado la oferta de este tipo de entornos con los que cuenta el concejo.

Por el pueblo y por su área pasan o se inician dos de las cinco rutas señalizadas como “Pequeños Recorridos” homologados por la FEMPA (Federación de deportes de montaña, escalada y senderismo del Principado de Asturias). Son los PR-AS-116 (Ruta de A Seimeira), PR-AS-119 (Forcón de los Rios), PR-AS-153 (Ruta a Coba), PR-A-203 (Mina de As Talladas) y PR-278 (Os Cortios). La PR-AS-153, “Ruta a Cova”, sale y acaba en el área, ruta circular que pasa por el lugar de A Cova,  con un recorrido de 14,50 kilómetros. La PR-AS-203., “La mina de as Talladas”, sale y acaba en Santalla, ruta circular que pasa por Ferreira, su área recreativa, la cercana aldea de Talladas –sita a continuación de Ferreira- y pasando por la mina Carmina, también llamada As Talladas, vuelve a Santalla en un recorrido de 12 kilómetros.

El pueblo, todo un remanso de tranquilidad, a pesar del abandono paulatino que ha sufrido en las últimas décadas, mantiene sus casas en bastante buen estado, rico patrimonio etnográfico rural de piedra y pizarra, como el resto de los que conforman la comarca.

Al igual que está perfectamente conservada su capilla, consagrada a la Virgen del Carmen, a la que festejan sus vecinos cada 16 de julio.

De economía basada en el sector primario, en la ganadería y la ganadería, en él se mantiene la tradición vinícola del sur occidental asturiano, contando con un buen enramado de centenarias parras repartidas por él.

En la parte del sur de Ferreira, visible desde el mismo, en un meandro que forma el río se encuentra la central hidroeléctrica, construida en la década de los cincuenta del siglo pasado, que abastecía al concejo y gran parte de su entorno. Central que estuvo en funcionamiento hasta el año 1983 y que se intentó sin éxito volver a poner en funcionamiento en el año 2009 por iniciativa municipal, para desilusión de unos vecinos que veían en la misma una fuente de ingresos para el pequeño concejo limítrofe con Galicia.

AUTOR: Luis Javier Del Valle Vega. MÁS INFORMACIÓN: www.dendecaguelu.com