Celebrada en Potes, el 8, 9 y 10 de noviembre de 2019.
La comarca de la Liébana, se encuentra en el suroeste de la Comunidad de Cantabria, de economía basada en el sector primario históricamente, la existencia del orujo y de su elaboración se remonta a la Alta Edad Media, como constatan los cartularios de los monasterios allí existentes.
El legado de su elaboración ancestral se ha mantenido a lo largo del tiempo a través de la sabiduría popular. Con el objetivo de mantener viva la tradición elaboradora, se celebró por primera vez en 1984 en Potes la “Fiesta del orujo de Liébana”, por iniciativa de un grupo de lebaniegos. Fiesta que se repitió en 1985 y que fue suspendida durante los siguientes nueve años debido a la entrada en vigor de la legislación que prohibía la destilación casera o en alquitaras móviles. En 1994 la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Economía, atendiendo a las especiales características lúdicas, culturales y turísticas de la Fiesta concedió de forma excepcional al Ayuntamiento de Potes, organizador de la misma, el permiso oportuno para su desarrollo.
Desde entonces cada segundo fin de semana de noviembre, la capital lebaniega acoge los actos culturales, charlas, coloquios, manifestaciones folclóricas y degustaciones, que conforman el amplio programa festivo. Y así los días 8, 9 y 10 de noviembre de 2019 la villa de Potes, cabecera comarcal, acogió la décima octava edición de una Fiesta declarada “Fiesta de Interés Turístico Nacional” en el año 2012.
El sábado fue su día grande. A mediodía en el salón de plenos del consistorio tuvo lugar la recepción del que sería nombrado Orujero Mayor de la edición -Okuda San Miguel- de las autoridades y de los representantes de las Cofradías invitadas por la local del Aguardiante de Orujo y Vino de la Liébana.
El alcalde anfitrión, Javier Gómez, fijó la fecha del 23-10-19 como la del acuerdo del pleno para el nombramiento de Okuda, valorando sus múltiples trabajos y prestigio internacional; destacó el trabajo y apoyo de las destilerías, a la vez hizo ver la conveniencia del concurso del mejor orujo, así como todos ellos son merecedores del premio; reconoció el trabajo de la Cofradía, que ejercen de continuos embajadores, lo que la familia del Orujo agradece y concluyo con la esperanza de que Okuda tenga en su corazón un hueco para Potes.
Por su parte, la Consejera de Innovación, Industria y Turismo del Gobierno de Cantabria, Marina Lombo, felicitó al artista y afirmó que se gana un embajador de lujo, que seguro llevará el nombre de Potes y de la Liébana por todo el mundo, y que para ambos es su primer bautismo de orujo; destaco que la Fiesta es mucho más, es tradición e historia de una comarca única; transmitió que el Gobierno de Cantabria siempre estará involucrada en ella; incidió en que se debe de promocionar y defender lo que se tiene, y que no hay que inventar nada y concluyó que la Liébana se explica a través del orujo.
En su corta interención, el pintor, escultor y diseñador cántabro nacido en Santander en 1980 Óscar San Miguel Erice, conocido artísticamente como Okuda San Miguel, gran protagonista de la velada, agradeció el nombramiento, afirmó que viajar y crear son sus dos pasiones, y se comprometió a ejercer de embajador.
Firmando seguidamente en el libro de honor del Festival, dejando escrito “Love & color para Potes y el orujo”.
Concluido el acto, se procedió al desfile encabezado por los grupos folclóricos hasta la cercana torre del Infantado, en cuyas escaleras se hizo la foto de familia.
El programa incluyó una comida de hermandad en el restaurante Plaza, compuesto por el tradicional cocido lebaniego, con su sopa, y canónigos, en honor del Orujero Mayor, quien en la sobremesa recibió cantos en su honor.
A cuya conclusión los asistentes se desplazaron hasta la entrada del pueblo para realizar un nuevo desfile, que precedidos por los diferentes grupos folklóricos concluyó en la plaza de la Serna, dónde se encontraba la carpa que acogió los puestos de las nueve destilerías participantes en el evento y el escenario dónde se desarrollaron buena parte de la programación festiva. En él tuvo lugar el acto oficial del nombramiento de Okuda San Miguel, como Orujero Mayor de la edición.
El alcalde anfitrión se remontó al año 1984 como el del inicio de la Fiesta, gracias a la rebeldía de unos jóvenes que no querían dejar perder la herencia de sus mayores, y que después de estar suspendida nueve años, gracias a las administraciones se pudo recuperar y consolidar. Agradeció el trabajo de las destilerías y de la Cofradía. Y solicitó al galardonado que ejerciera de embajador internacional del producto de referencia comarcal.
Por su parte la Consejera, mostró su honor y satisfacción por poder participar en una Fiesta, que está marcada a fuego en Cantabria; marcó como objetivo conseguir su reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Nacional; calificó al Orujo como bien gastronómico y turístico, señal de identidad de la comarca; destacó el trabajo de las destilerías e hizo hincapié en el apoyo gubernamental, así como su apuesta por la autenticidad de los muchos valores naturales que se tiene.
Seguidamente el Orujero Mayor de la séptima edición, Mariano Linares, le impuso la insignia a Okuda, que a su vez recibía del alcalde el diploma que lo acredita como tal y de la consejera la alquitara, todos ellos distintivos del nombramiento.
Quien reconoció que lo suyo no era hablar en público, agradeciendo el nombramiento y comprometiéndose a ejercer de embajador del Orujo allá por dónde vaya.
Acudiendo seguidamente a encender el fuego de la alquilara que destilería el preciado líquido blanco, que horas más tarde sería repartido entre el numeroso público asistente a la peculiar fiesta de un producto ancestral de la comarca y convertido en la actualidad en uno de sus motores económicos.
Siendo las destilerías presentes: Diosanjana y Peñasagra, El Coterón, El Marrubio, El Traviesu, Mariano Camacho, Martínez de Cos, Picos de Cabariezo, Sierra del Oso y Valle de Bedoya. Destilerías de cuyas ventas donan el 80 % para actos benéficos y sociales.
El domingo, 10, se celebró la cata ciega realizada por un jurado compuesto por catadores especializados y profesionales, que catalogó el orujo de la firma Mariano Camacho, como mejor orujo del año alzándose con la “Alquitara de Oro”.
MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA: www.dendecaguelu.com