Jamón de Plata Negra Grande Covián. IX edición.

Jamón de Plata Negra Grande Covián. IX edición.

Entregado  a Fernando Civeira Murillo, el 29 de julio de 20198, en la sidrería Yumay, de Avilés.  

 

Como es tradición desde la creación del premio “Jamón de plata negra Grande Covián” por la Fundación Grande Covián y la sidrería Yumay de Avilés, la entrega del galardón al premiado se realiza durante el acto de clausura del “Certamen internacional del jamón ibérico Grande Covián”. La décima edición de las mismas se ha celebrado del 24 al 29 de julio de 2019, acogiendo el último de los días el acto oficial y la comida de la entrega del galardón en su también novena edición.

Como gran novedad de maestro de ceremonias ejerció la cronista oficial de Avilés María Josefa Sanz, conocida como Pepa, ante la ausencia por motivos personales de Carlos Guardado relacionados con un importante contratiempo que ha tenido su cónyuge Ana Cobas. Justo Castrillón, copropietario anfitrión, dio la bienvenida y se congratulo de la alta asistencia, con una amplia representación de autoridades civiles y militares.

 

 

 

 

La Guardia Civil celebra a lo largo de todo el año 2019 el 175 aniversario de su creación, motivo por el cual los Gastrónomos del Yumay quisieron rendirles un homenaje con la entrega de un diploma a las comandancias de Oviedo y Gijón, así como la beca de Cofrade que fue entregada al Comandante Julio Postigo, quien la recibió en nombre del Coronel Jefe en Asturias, Francisco Javier Almiñana que no pudo estar presente por motivos personales.

 

 

      

 

 

 

El Teniente Coronel y jefe de la Comandancia de Gijón, Francisco Javier Puerta, intervino en su representación, mostrando el agradecimiento por el reconocimiento y más al ser con motivo del aniversario de la creación del Cuerpo; destacó que siempre procuran atender las invitaciones que se les cursan desde el Yumay, estando casi siempre representada; recalco que el Cuerpo siempre cumple con su deber y que la norma de su fundador sigue vigente y que el reconocimiento recibido sólo puede ser de gratitud.

 

 

 

 

A continuación se cedió la palabra al doctor Miguel Pocovi, a su vez galardonado en la quinta edición del premio, para que glosará al premiado de la edición, Fernando Civeira Murillo. De su compañero, y como él, catedrático de Medicina en la Universidad de Zaragoza y patrono de la Fundación Grande Covián, destaco la amistad que les une desde hace 35 años fomentada a través de su mujer, Conchita leal, a quien le dirigió su tesis doctoral en la misma Universidad. Valoró la estrecha relación entre ambos desde 1986, salvo un período en que Fernando se fue a Bostón, así como que ambos son discípulos de Grande Covián. Detallo sus múltiples cargos, sus colaboraciones, las tesis que dirigió y los libros escritos. Fuera del ámbito docente y profesional destacó su faceta deportiva, compartiendo ambos la afición a la montaña y al golf, a lo que suma unos contratados méritos gastronómicos, que lo hacen más que merecedor del galardón.

 

 

 

 

Realizada la glosa, los copropietarios del establecimiento anfitrión, Lola Sánchez y Justo Castrillón, entregaron al premiado la réplica del galardón para lucir en el establecimiento junto al resto de galardonados, el cuadro con el diploma con el texto “En agradecimiento a su decisiva contribución con este proyecto y por los méritos que concurren en sus personas”, así como el trofeo que da fe del reconocimiento.

 

 

  

 

En su intervención el doctor aragonés agradeció el nombramiento. Felicitó la labor que realiza el colectivo anfitrión, ya que considera que en España hace falta una mayor involucracion de la sociedad civil. Destacó los premios a la investigación que da la Cofradía y citó la primera vez que vio a su maestro y mentor Grande Covián, que fue a través de la televisión, en el programa “Estudio abierto” de José María Iñigo en el que lo entrevisto, le preguntó por qué en España no se valoraba la investigación y él le contesto preguntando cuantos investigadores conocía y a cuantos futbolistas y artistas. Concluyendo con el agradecimiento a su padre, que quedo viudo con 7 hijos y cuyo comportamiento fue ejemplar, aconsejándoles luchar e intentar conseguir lo que no se compra con dinero, así como a su esposa y a su compañero glosador.

 

 

 

 

El acto continuó con la entrega al galardonado de un mandil con la nueva imagen de Fecoga (Federación de Cofradías Gastronómicas) por parte de su presidente Juan Manuel Garmendia. Quién también entregó el nuevo estandarte de la Federación a Justo para que se le hiciesen llegar al custodio Alejandro Fernández, secretario de la Cofradía del Oriciu y vocal de la Federación, para sustituir al anterior.

 

 

 

 

A continuación intervino Santiago García Granda, rector de la Universidad de Oviedo y premiado en la séptima edición del galardón, quien felicitó al premiado, tuvo un recuerdo para Ana Cobas, a la que deseo una pronta recuperación; destacó el alto nivel de hostelería del establecimiento anfitrión y mostró su agradecimiento por contar siempre con él en sus diferentes actos.

 

 

 

 

La representación institucional de Colunga, concejo nativo de Grande Covián, siempre está presente en el acto, interviniendo en el mismo. Ante la ausencia por enfermedad de la recién elegida alcaldesa Sandra Cuesta, intervino su antecesor Rogelio Pando, que destaco el vínculo del doctor con el municipio dónde siempre tuvo casa, a la que acudía en sus períodos vacacionales, como lo hacen en la actualidad sus descendientes y su amor por las sardinas, de las que era un devoto.

 

 

 

 

Cerrando el acto la intervención de la alcaldesa avilesina, Marivi Monteserin,  que repitió felicitaciones tanto al premiado como al establecimiento y a la Cofradía.

 

 

 

Concluido el mismo, los asistentes pasaron al comedor donde se celebró la comida. En los postres Justo y Fernando colocaron el cuadro con el nombramiento en el comedor a continuación de los ocho galardonados con anterioridad, y al son de la gaita de Vicente Prado –el Pravianu-, se interpreto el himno del Yumay.

 

 

 

 

 

 

Quien también animó a los asistentes en el patio mientras se degustaban los helados de la firma Los Valencianos y los barquillos del popular Pelayo, con los que concluía el entrañable acto en el que la Fundación que lleva el nombre del insigne doctor asturiano y la sidrería Yumay reconocen los méritos de profesionales de la medicina.

 

 

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