Celebrado en Nava el 19 de marzo de 2019, organizado por la Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias.
El santoral indica el 19 de marzo como la celebración de San José, marcada en el calendario como el día del Padre, para los sidreros el inicio de las espichas y para los cofrades de la Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias, con sede en Nava, la celebración de su “Axuntabense de la Sidra”.
Axuntabense, que al igual que en la edición anterior se celebró en el polivalente llagar municipal de Lolina, en el que simbólicamente se hermanan las sidras de los llagares asturianos, a través del embotellado y corchado de las 52 botellas obtenidas de la barrica llenada con motivo de la celebración del XL Festival de la Sidra de Nava, con las botellas cedidas por cada llagar participante en el mismo, que de acuerdo con el protocolo establecido son destinadas a protocolo y colecciones.
Botellas que en su parte delantera lucen la etiqueta diseñada para la edición por el diseñador gráfico Nacho Quesada en base al cuadro pintado como en las ediciones anteriores por el artista, profesor moscón y Sicerator de Honor, Amado González Hevia, que firma sus obras con el nombre de Favila. Artista que cede desinteresadamente el cuadro a la Cofradía, inspirándose en el de la edición en el los cofrades Ana Emilia y Ricardo, almas maters de la misma.
En el acto oficial en el que la Cofradía nombra nuevos cofrades siceratores de número y de mérito, el polifacético Emilio Rodríguez López –Milio del Nilo- volvió a ejercer de maestro de ceremonias, iniciándose el mismo con la interpretación de una tonada por el cantante tinetense Odón del Paganeu.
Roberto Llamedo, Gran Maestre anfitrión, agradeció la presencia a los asistentes; denunció la falta de señalización para el Museo de la Sidra; mostró su optimismo en que el nombramiento de “embajadores de la sidra” sirva de revulsivo para la obtención de la declaración de la sidra como Patrimonio Inmaterial; demandó el uso de la Sidra como Marca Asturias; reclamó protección para los cosechadores de manzana y concluyó felicitando a los que serían seguidamente nombrados cofrades de mérito, así como agradeciendo las diferentes colaboraciones y a los artistas Favila, Nacho Quesada y Carmen Montes.
Seguidamente Milio fue presentando a los que posteriormente jurarían su nueva condición, que serían nombrados e investidos de acuerdo con el protocolo establecido. La artista y pintora naveta, Ángeles María Fernández Noriega, conocida como Ángeles la de Honorio, nieta de llagarero, sobrina de cosechadora y reina del cuarto festival de la sidra de Nava, fue entronizada y nombrada nueva cofrade sicerator de número, con lo que la Cofradía alcanza los veinticinco miembros. A quien el Gran Maestre Sicerator, al igual que haría con los que serían nombrados de mérito, le tomó el juramento Sicerator: “Juráis por la sidra, por las pumaradas dónde nace, por los llagares dónde se hace y por las sidrerías dónde se bebe, que defenderéis las esencias del mosto de la manzana, alentando su conocimiento, cuidando su cultura, pregonando sus cualidades y fomentando su consumo. ¿Lo juráis por vuestro honor?” “Si así lo hicierais, que la sidra os sea propicia. Y si no lo cumplierais, que la Buena Cofradía de los Siceratores os lo reclame”.
Los nombramientos de los Sieceratores de Mérito de la edición, que fueron llamados individualmente al estrado, dónde escucharon sus semblanzas, fueron investidos con la capa y montera, entronizados y tomado juramento por el Gran Maestre, tomado el correspondiente culín e interviniendo seguidamente, recayeron en María Lavilla, Jaime García, Ramón Celorio y Ruma Barbero.
La llanisca, residente en Oviedo, María Lavilla, desarrolla su labor profesional como directora ejecutiva de la Asociación Gascona Bulevar de la Sidra, de Oviedo, coordinando sus actividades, gran parte de ellas intrínsecamente relacionadas con la sidra.
Jaime García Poo, también llanisco, es el empresario propietario de la firma Casa Víctor, dedicada entre otras actividades a la comercialización de corchos para el embotellado de la sidra, desde hace más de seis décadas.
Ramón Celorio, nacido en Bélgica y cangués de adopción, con residencia en Següencu (Cangas de Onís) a dónde le llevaron con dos año, cocinero, asesor gastronómico y director del grupo Nature, en cuyos restaurantes no faltan ofertas culinarias con la sidra como ingrediente.
Mientras que el artista, escritor y músico gijonés, Rumaldo Antón Barbero de Diego, conocido como Ruma Barbero, músico fundador en 1991 del grupo de folk asturiano Felpeyu y dibujantes de cómic, que tiene a la manzana y a la sidra muy presente en sus obras, recibiendo varios premios en reconocimiento a las mismas. Escritor que recito en su intervención una de sus canciones en el que nombra a 37 llagares asturianas, que aún no ha sido grabada.
Concluidos los nombramientos, los nuevos siceratores corcharon cada uno su botella de sidra conmemorativa de la edición, con el fondo musical cantarín de Odón, en una antigua corchadora que forma parte del fondo museísticos del museo sidrero naveto.
Poniendo el colofón oficial al acto oficial, la intervención del alcalde de Nava y presidente de la Fundación de la Sidra, Juan Cañedo. Afirmó que la Demarcación de Carreteras ya ha autorizado la señalización en la autovía del Museo, habiendo partida presupuestaria del gobierno del Principado para ello, aunque su instalación será después del verano. Defendió su labor en el Museo y las obras realizadas en el mismo. Y anunció que el próximo consejo del Gobierno del Principado se celebrará en Nava, para abordar entre otros temas la candidatura presentada ante la Unesco para que la Sidra sea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El San José sidrero, concluyó con una espicha de hermandad en el mismo llagar, en el que no faltaron las interpretaciones de Odón del Paganeu con los asistentes, entre los que se encontraban representantes de Cofradías asturianas, como el Círculo Gastronómico de los Quesos Asturianos y las Cofradías de Amigos de les Fabes, Amigos de los Nabos, Arroz con Leche, Desarme, Oricios, Gastrónomos del Yumay y de la Orden del Sabadiego, de las gallegas del Caldo gallego y Centolo Larpeiro y la vasca de Anaka.