Entregada en su sede social, la Colonia, en Salinas, el 3 de agosto de 2018, a la sidrería Yumay.
La Cofradía Buena Mesa de la Mar, con sede en Salinas, fue la segunda Cofradía en constituirse en el Principado de Asturias. Fundada el 7 de mayo de 1986 por un grupo de amigos, personas de buena voluntad y decidido amor a la gente y a los productos de la mar, liderados por Ramón González y Agustín Santarúa, pionera en la defensa de la cocina marinera tradicional.Ejemplo de fusionar gastronomía y cultura, a lo largo de su dilata historia, no han escatimado esfuerzos en trabajar para aunar ambas facetas. La creación y gestión del museo de Anclas Philippe Cousteau, sito en la Peñona (Salinas); la Bienal de Arte de la Mar; los galardones Cucharones del Buen Guiso Mar, Llámpara Natural y Apareyu de la Buena Xente, son todo un ejemplo de sus múltiples actividades.
El 7 de julio de 2018 su Mesa Mayor, ha decidido dar un paso más y complementar el más emblemático de los mencionados galardones, los “Cucharones del Buen Guiso Marinero”, con la creación de una nuevo galardón que han denominado: “Manzana Buena Mesa de la Mar”. Cuyo objetivo es la de: “Premiar y distinguir a las sidrerías que destaquen por su divulgación y defensa de la sidra y productos gastronómicos asturianos, teniendo como fin la promoción de la sidra y la gastronomía de Asturias, en establecimientos dedicados a su tratamiento, difusión y divulgación dentro del entorno de la cocina marinera”.
Acordando a su vez, que el primer galardonado fuese la sidrería Yumay, sita en Villaalegre (Avilés) y su propietario Justo García Castrillón, y que la fecha de entrega fuese el 3 de agosto en su sede social de la Colonia.
Cita a la que han acudido autoridades y otros invitados, cofrades, invitados del galardonado y aquellos representantes de Cofradías que atendieron su invitación con coste, casos de las Cofradías Amigos de los Nabos, Quesu Gamoneu y Círculo Gastronómico de los Quesos Asturianos.
Previo al aperitivo y a la comida oficial, Justo García Castrillón escoltado por Vicente Quintanilla y Tomás Badiola, presidente y secretario anfitriones, firmó en el libro de honor de la Cofradía.
Aperitivo y comida elaborado y servido por el restaurante Los Tres Monitos, de la localidad, en consonancia con los suministros que realizan en las celebraciones del primer viernes de cada mes que la Cofradía en su sede, iniciándose con la escucha del himno de la Cofradía.
Concluida la misma se celebró el acto oficial, en el que el cofrade Alberto Infanzón, ejerció de maestro de ceremonias. Quien cedió primeramente la palabra al secretario Tomás Badiola, que dio lectura al acta de concesión del galardón.
Y a la catedrática de la Universidad de Oviedo y cronista oficial de Avilés, María Josefa Sanz, amiga personal del premiado a quien gloso. Resaltó del premiado la valoración cultural que hace de la sidra, siguiendo la tradición de los establecimientos sidreros de Avilés: casa Cabo y casa Lin, dónde no se entendían comer sardinas –primero- y después bonito sin sidra. Destacó la maravilla del logo del galardón, con la manzana y los gordones –grandes cordones, utilizados como arte de pesca-. Mencionó al trozo de la zarzuela Xuanón, cuando hace mención al chorro de oro y se canta: “echa un culin en esi vasu que quiero beber más”. Recordó los inicios del Yumay, ubicado en el barrio elegido por los indianos para asentarse en Avilés, un poco alejados de la mar y de la humedad, y destacó su apuesta por la calidad y la celebración de eventos. Concluyendo con la felicitación a la Cofradía Buena Mesa de la Mar, por su buena vela y buen viento en la elección del galardonado.
José Antonio Soto Jove, cofrade notario y vicepresidente anfitrión, tomo seguidamente juramento a Justo. Quien recibió a continuación el diploma acreditativo, la medalla y gorra de la Cofradía, y el cuadro conmemorativo del galardón, de manos del presidente Vicente Quintanilla.
En su intervención, disculpo a su cónyuge Lola, que por motivos laborales no le puede acompañar. Mostró su agradecimiento por la creación de un premio relacionado con la sidra y la gastronomía, por ser un reconocimiento a todo un trabajo de casi 45 años y ser el primer galardonado, lo que conlleva un gran compromiso, esperando estar a la altura del reconocimiento que le realizan, y por situar a la sidra en el sitio que se merece. Destacó las mejoras acaecidas en los últimos años en torno al sector sidrero y la puesta en marcha de su DOP, y que la sidra culinariamente se adapta a todo: platos, postres y quesos. Concluyendo que Asturias en un Paraíso Natural regado con sidra.
Cerrando el acto el presidente anfitrión, quien explicó que este nuevo acto han querido hacerlo en la línea de cómo hacen en la comida que la Cofradía realiza cada primer viernes de mes, felicitando al personal del restaurante los 3 Monitos y a su nuevo propietario José Luis por la excelente comida, quienes elaboran y sirven esas comidas. Y que en la creación del nuevo galardón apostaron por la proximidad, y que mejor que darlo a las sidrerías, sinónimo de la misma, teniendo que realizar una modificación estatutaria para que se pudiese llevar a efecto. Detalló datos del sector sidrero con la DOP, que acoge a 31 llagares, 823 hectáreas y 76 variedades acogidas. Y destacó del premiado que está en actividad desde 1975, el tándem formado por Lola en la cocina y Justo en sala, la creación de sus diversas jornadas gastronómicas y la gran variedad de su oferta. Concluyendo con el lema de la Cofradía, como hacía su antecesor en el cargo José Luis Vigil presente en el acto: “Vivir junto al mar y tener amigos, que más se puede pedir” y convocando la segunda edición del galardón.