Decálogo de posibles alternativas a aplicar.
El sector quesero asturiano, que ha tenido un auge considerable en las últimas décadas, pasa por momentos de cierto estancamiento e incertidumbre, que le hacen susceptible de toma de decisiones necesarias a corto plazo.
Como toda actividad empresarial, son muchos los problemas que afrontar día a día, a ello se suma que no todas las decisiones posibles están en sus manos, con una dependencia externa y administrativa mayor de la deseada.
Realizando someramente un análisis del mismo, un decálogo de alternativas para que pueda comenzar un despegue, que le permita continuar gozar de la amplitud de su diversidad y de una mayor dimensión y reconocimiento, pueden ser:
1.- Dignificar la profesión de pastor, ganadero y quesero, para asegurar el relevo generacional. Formación, coordinación entre administraciones, y apoyos económicos y fiscales, son imprescindibles para fijar población en el medio rural y potenciar las profesiones. Las administraciones no se pueden solapar, es fundamental la unificación de criterios y la protección del entorno, con un control rígido de la fauna salvaje para salvaguardar los intereses del ganadero.
2.- El porcentaje de queserías con ganaderías propias o tuteladas es ínfimo. Obtener una continuidad de producto y de excelencia, pasa por el conocimiento de que la materia prima sea homogénea y de la máxima calidad.
3.- El sector está muy atomizado, su censo supera el centenar, sin embargo su producción media no permite suministrar mercados más allá de los locales o regionales. Incrementar producciones es imprescindible para ser competitivos en mercados nacionales e internacionales.
4.- Los entes que velan por los reconocimientos europeos de Denominaciones de Origen Protegidas: Cabrales, Gamoneu, Casín y Afuega´l Pitu, y la Indicación Geográfica Protegida –Beyos-, deben de disponer de los fondos necesarios para un correcto control, funcionamiento y promoción exterior.
5.- Conveniencia de la creación de una Marca “Asturias”. Propia y tutelada por la administración regional, con la participación directa del sector, debidamente normalizada, con el fin de recoger, proteger, divulgar y promocional de las elaboraciones artesanas de otros quesos que no dispongan de protección europea.
6.- Medidas protecciones para evitar el fraude y la desinformación al consumidor. El comprador no puede tener ninguna duda a la hora de adquirir un queso asturiano y su procedencia.
7.- Diversificación de producciones, tamaños y presentaciones adaptadas a las demandas de los diferentes mercados.
8.- Coordinación empresarial y administrativa en la búsqueda, planificación, divulgación y promoción adecuada de mercados y públicos objetivos.
9.- Potenciar la presencia de los quesos y su versatilidad en el sector de la restauración y el consumo a tempranas edades.
10.- Utilización del “Quesoturismo” como elemento diferencial, dinamizador social, productivo y económico, en la oferta turística del Principado de Asturias.