La búsqueda de empleo no difiere mucho de la promoción de un producto. De hecho uno se está promocionando a si mismo, para intentar destacar sobre el resto de competidores, y que el empleador "compre" su candidatura.
En este sentido, la reputación es un elemento clave en el proceso. No en vano, lo que transmitimos a los demás es la imagen que tiene de uno. Y de cada cual depende que ésta sea tan buena como para hacerse acreedor de méritos, o tan mala como para echar a perder las opciones de éxito.
La reputación como estandarte de la "marca personal"
Según el diccionario de la Real Academia, la reputación es la “opinión o consideración en que se tiene a alguien o algo”. Lo que nos da una idea bien clara de que sin una buena reputación, la marca personal se viene abajo. Y con ella, muchas de las oportunidades para conseguir el deseado puesto de trabajo.
Porque la búsqueda de empleo necesita de la elaboración de un buen plan de marketing personal, que defina claramente las virtudes del "producto" (uno mismo), a través de ciertas acciones orientadas a hacer ver a los responsables de selección de personal (los compradores) que uno es la mejor opción para su empresa.
Y no es una tarea nada sencilla, sobre todo porque hoy en día la competencia es muy grande y cada vez más y más cualificada. Por eso hay que poner mucha antención y cuidados en cada detalle. Por lo que hay que ser especialmente cuidadosos en el que quizá sea el punto más "caliente" del plan de marketing personal: la elaboración y gestión de una excelente reputación.
¿Por qué molestarse por tener buena reputación?
Puede parecer una perogrullada, pero a veces es necesario recordar que, al igual que cada uno de nosotros "mira con buenos ojos" a quien goza de prestigio y confianza, lo mismo hacen con nosotros los demás. De ahí que jamás deba uno olvidarse de que forjar una buena reputación es una cuestión clave para nuestro futuro personal y profesional.
Y en el ámbito laboral o profesional, contar con una buena imagen que nos preceda tiene ciertas ventajas, que nos harán más competitivos y "empleables":
- Porque ningún seleccionador va a tener en cuenta a alguien que no aporta buenas referencias profesionales.
- Porque ser una persona conflictiva no va a aportar valor a ninguna organización.
- Porque la falta de proactividad no genera beneficios a ningún grupo de trabajo.
- Porque carecer de empatía limita mucho el trabajo en equipo.
- Porque no tener “habilidades sociales” dice mucho del carácter de la persona, y entorpece las necesarias relaciones sociales en el ámbito laboral.
- Porque en las relaciones sociales (dentro y fuera del trabajo) es necesario contar con eso que algunos llaman “inteligencia emocional”.
Un artículo de José Ramón Fernández Baizán, autor del blog de ayudas para la búsqueda de empleo