Eso fue en lo que se convirtió el gol de Galder Cerrajería, en el único oasis en el desierto de juego que el Oviedo Presentó ante el Rayo B. Los azules no son capaces de mandar en el juego, controlar los partidos o crear oportunidades... Tan sólo hemos visto a ese Oviedo en el primer tiempo ante el Real Avilés.
Aunque tirando de tópicos futbolísticos, está claro que : "En la rula no preguntan, apuntan". Y los carbayones sumaron ayer tres puntos que le permiten seguir enganchado a los puestos de arriba. Un marcador que no debe ocultar las carencias de un equipo que sigue en su particular pretemporada y al que se le presume mayor potencial.
Félix Sarriugarte decidió apostar por la continuidad en un 'once' en el que sólo faltaba Diego Cervero, el técnico de Durango apostó por Óscar Martínez en la punta de ataque acompañando a Manu Busto. La primera parte no fue buena, el control ficticio de los carbayones se contraponía a las peligrosas llegadas del filial rayista. El inicio de la segunda mitad no hizo más que reforzar la idea de que el partido se estaba perdiendo a los puntos (como si de un combate de boxeos estuviésemos hablando).
Sólo un destello en el último minuto, una nueva jugada a balón parado, y un gol que suponía una victoria tan agónica como necesaria.
La vuelta a los terrenos de juego casi 9 meses después de Xavi Moré, entró en el terreno de juego en sustitución de Iker Alegre a falta de 17 minutos para el final, fue la otra noticia positiva de una jornada que debe servir para seguir pensando que queda mucho camino por recorrer.
Foto: Mónica Montes (www.elgoldemadriz.es)