No nos gusta jugar a técnicos, y menos después de una derrota. Aunque sin ánimo de ser exhaustivos el choque ante el Salamanca nos hace reflexionar en sobre un par de discrepancias tácticas.
El sábado Félix Sarriugarte se veía obligado a dejar fuera de la convocatoria a Javi Casares por una sobre carga, el abanico de opciones para suplir la baja era amplio. Jugar con Aitor y Pascual de pivotes, meter a Manu Busto por la derecha y a Iker Alegre por la izquierda con Cerrajería de segundo delantero... Jugar con Aitor y Cerrajería en el centro Pascual en la derecha, Iker en la izquierda y Manu como segundo delantero... Finalmente Sarriugarte decidió meter a Manu Busto en la izquierda (jugando a pierna cambiada), Iker Alegre por la derecha jugando por la que es su banda natural aunque lleve años jugando como extremo por la izquierda y dejando a Cerrajería por delante de Pascual y Aitor.
Para nuestro gusto... demasiados cambios para suplir una única baja. El 'error' le costó caro al Oviedo. Después de un gran inicio de partido la banda izquierda carbayona se convirtió en un auténtico 'coladero'. La falta de presión en esa zona en el centro del campo dejaron al desnudo a Javi Cantero que tuvo que multiplicarse y buscar la ayuda de Baquero para tapar la fuga.
Hacer este análisis tras una derrota es sencillo pero... ¿no hubiese sido mejor jugar con un extremo diestro en sustitución del lesionado Casares? ¿no es preferible cambiar a un sólo jugador que tener que mover a medio equipo?...
Son preguntas que dejamos en el aire y que deben servir, una vez más para sacar lecturas positivas de los errores. Lo que una vez más ha quedado claro es que pese a que el Oviedo falle a su afición, su afición nunca falla al Oviedo. Y el del Helmántico es un ejemplo más a tener en cuenta.
Foto: salamanca24horas.com