La acción de un desaprensivo privó a los casi 8.000 aficionados que se daban cita en el Carlos Tartiere de conocer el desenlace del Real Oviedo-Racing de Ferrol. Cuando al descanso Zarrabeitia Arrieta, acompañado de sus asistentes y del delegado local, Andrés Torre, abandonaban el terreno de juego un petardo hacía explosión -dentro del túnel móvil que da acceso a los vestuarios- al paso de la comitiva arbitral. El artefacto deflagraba a un metro del colegiado vasco que en ese momento exclamó: "¡Nos vamos de aquí, suspendo el partido!".
Lo que en aquel instante parecía un 'calentón' del momento, minutos después se convertía en realidad. Pese a que los dos entrenadores, los presidentes, incluso el representante arbitral de la federación vasca, intentaron persuadir a Zarrabeitia Arrieta, éste confesó que no se encontraba anímicamente preparado para afrontar los segundos cuarenta y cinco minutos.
Con el retraso lógico de lo excepcional del momento, la megafonía y el video marcador del estadio anunciaron la suspensión del choque. Acto seguido los jugadores saltaron al campo para agradecer su presencia a los aficionados. Una afición que posteriormente se agolparía en la rampa de acceso al parking interior del estadio.
Durante más de hora y media, jugadores, periodistas e incluso el trío arbitral tuvieron que esperar pacientemente para abandonar el Tartiere. Diego Cervero y Álvaro Cuello salieron a hablar con los aficionados, que pacíficamente dejaron abandonar el estadio a los 'encerrados'. El colegiado lo hizo poco después en el interior de un furgón policial.
En lo deportivo, el Oviedo ganaba por uno a cero en el descanso. Gol de Diego Cervero. El delantero tuvo doble protagonismo, marcaba el único tanto de la primera mitad, y era expulsado poco después. Ahora quedará saber que decide Competición respecto a los minutos que quedan por jugar. Aunque los dos equipos han hablado y la fecha podría ser la próxima visita de los gallegos a Luanco para disputar la vuelta de su eliminatoria de Copa Federación.
Fotos: DAWLAD