Aunque nadie se atrevió a pronunciar la palabra 'ascenso' durante la visita a Covadonga, ese era el sentir de la plantilla, el cuerpo técnico y el consejo de administración del Real Oviedo. Que la de este año fuese la última ofrenda de bronce a los pies de la 'Santina'.
Diego Cervero como capitan pidió "salud para poder hacer frente a los retos marcados para ente año" mientras colocaba a los pies de la virgen -que lucía su manto azul y blanco- un centro de flores con los colores del club. Posteriormente el presidente, Sabino López ofrecía ante la santa imagen una camiseta firmada por todos los miembros del primer equipo.