Felix Sarriugarte ha denunciado al Real Oviedo después de no llegar a un acuerdo en las cantidades a recibir tras su destitución. La disputa radica en una claúsula de protección -también llamada anti-Pina- que se firmada en julio de 2012, a petición del propio técnico, y para proteger su puesto ante una posible llegada al accionariado carbayón del empresario murciano.
La claúsula se firmaba hace 10 meses, después de que Pina anunciase abiertamente su idea de contratar a Lucas Alcaraz para hacerse cargo de la nave azul. Finalmente el acuerdo se cerró, aunque no figura en el contrato federativo, de ahí que se pudiera tramitar sin problemas la ficha de Carlos Granero.
Aunque se desconoce oficialmente la cuantía de lo reclamado, la cifra ronda los 50.000 euros -en lo referente a esa claúsula-. En el seno del consejo del Real Oviedo lo tienen claro "llegamos a ese acuerdo porque se estaba produciendo una situación concreta. Su cese no tuvo nada que ver con lo previsto en aquella claúsula. Es una inmoralidad absoluta".
La ambigua redacción del acuerdo es a lo que se agarra ahora la defensa del que fuese entrenador carbayón. Que además reclama que no se le advirtió del cese con 15 días de antelación, algo inédito en el mundo del fútbol. Club y técnico se tendrán que ver las caras en los tribunales el proximo 8 de julio.
Foto: Pablo Sánchez