El Oviedo volvió a perder la oportunidad para acortar considerablemente la distancia con el Tenerife. La derrota del líder parece que no fue lo suficientemente motivadora para que los azules sumasen los tres puntos ante el Caudal Deportivo.
Sorprendió Félix Sarriugarte dejando fuera de la convocatoria -por decisión técnica- a Iker Alegre y situando a Casares en la banda zurda. Cervero volvió a ser titular después se de superar una lesión muscular y Pepe Díaz le acompañó en el ataque.
Unos cambios que apenas dieron resultado, salvo la vuelta de un Cervero que volvió a marcar y lo hizo por partida doble. El Caudal Deportivo es uno de esos equipos que cuando lo ves te deja la sensación de que todas las piezas del puzzle están colocadas, que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer. Una sensación que dista mucho de la que proyecta el Oviedo en las últimas jornadas. "Somos un equipo muy pesado" reconocía un jugador caudalista haciendo referencia al trabajo colectivo que despliega el equipo de Paco Fernández en cada partido.
Los azules hicieron -a priori- lo más difícil, adelantarse en el marcador pero la alegría duró poco. Un error defensivo condenaba a los carbayones al empate antes del descanso. En la reanudación el choque se puso de cara para los azules con un penalti -por manos de Pantiga dentro del área-. Una jugada que suponía la expulsión del jugador caudalista. Quedaba media hora de partido.
Lejos de amilanarse, los mierensese siguieron a rajatabla las instrucciones de Paco y en otro fallo defensivo empataron el choque. Sarriugarte tiró de todo su arsenal, Manu Busto, Fran Sol y Hector Simón pero ninguno acudió en su ayuda para salvarle el cuello. El Caudal pudo incluso llevarse el choque y fue precisamente eso, la forma en la que se produjo el empate el detonante de la destitución de Sarriugarte.