El presidente del Real Oviedo, Toni Fidalgo, y el alcalde de la ciudad, Agustín Iglesias Caunedo, han escenificado la preocupación que se vive en el seno del oviedismo ante la apertura de la segunda fase dentro de la ampliación de capital. Previamente, ambos se habían reunido con 15 empresarios ovetenses.
Un encuentro 'apadrinado' por el alcalde y que pretendía sensibilizar sobre la situación que vive, y en la que se va a ver inmerso el club en los próximos días. "Estamos muy preocupados desde el consistorio estamos llevando a cabo una labor complementaria de la que realizan el consejo de administración y las peñas, conscientes de la necesidad económica de conseguir 2 millones de euros antes del día 17 de noviembre. Agradezco el trabajo serio y riguroso del equipo que encabez Fidalgo y quiero aclarar que no tenemos novedad respecto a posibles inversores para la entidad azul. Se siguen manteniéndo conversaciones pero sin cantidad concreta", explicaba Caunedo.
"Es necesario que la ciudadanía, especialmente la ovetense, perciba la gravedad y trascendencia de la situación en la que estamos. Tenemos que hacer un último esfuerzo para conseguir que los ovetenses participen en esta operación que permita salvar al Real Oviedo. Además, mañana jueves mantendremos una reunión los veteranos del Real Oviedo para buscar nuevas ayudas", concluía Fidalgo.
En definitiva, que los empresarios no han querido 'mojarse' y le han dado la espalda al equipo de la ciudad. La única propuesta salida de la mesa a 17 fue la de vender talonarios con donativos convertibles en acciones. Una iniciativa de alta complejidad jurídica y dudosa legalidad.